La Arcadia feliz

La Arcadia feliz

“Ya no hay llanto ni dolor. La felicidad invade el estado de ánimo de los castellonenses. Y el silencio, siempre el silencio”.

 

Ya no hay llanto ni dolor. Ya no hay mosquitos, ni cucarachas, ni ratas en la en la ciudad turquesa y naranja. Desde la constitución del nuevo Ayuntamiento el pasado 17 de junio todo es bonito en Castellón, que ha tenido una transformación maravillosa en apenas tres meses.

Los turistas abarrotan la plaza Mayor y llenan las playas castellonenses. Los comercios del centro viven una resurrección como nunca antes lo habían vivido. El aeropuerto solo hace que recibir viajeros que escogen la capital de La Plana para sus vacaciones. Los vecinos de la Marjaleria se sienten felices, convencidos de que se van a arreglar sus problemas de ordenamiento urbano y con una oficina de asesoramiento, y no digamos los barrios que viven sus fiestas populares en paz después de ocho años temerosos de perder sus subvenciones cuando gobernaban los rojos.

Las gaiatas no serán BIC, pero los festeros se contentan con la claudicación municipal a los dictados de la Conselleria de Cultura que sigue marginando al monumento festivo por excelencia y a las comisiones de sector. Existe una gran expectación ante la llegada de grandes inversionistas que han elegido Castellón para sus proyectos internacionales y también de la UE que instalará en la ciudad oficinas europeas.

Los medios de comunicación nacionales e internacionales se están interesando por el milagro Castellón que está compitiendo con otras ciudades como Málaga en cuanto auge y desarrollo. Som Festival ha sido un rotundo éxito (ah, perdonen eso es del anterior equipo de gobierno municipal), y el FIB ha tenido una repercusión económica y social en nuestra ciudad.

El anuncio de construcción de nuevos hoteles, el ambiente cultural que se respira en las calles y las terrazas llenas por la noche, y el silencio, siempre el silencio, han convertido a Castellón en la Arcada feliz. Y hasta es posible que el Cine Rex vuelva a los castellonenses, después de tantas mentiras dichas sobre el tema. Incluso, un concejal, exhausto por la gran gestión realizada, se ha ido de vacaciones a Asturias. Es Toledo. No Castellón.

Vicente Cornelles Castelló
Escritor y periodista