En el observatorio de la capital, Castellón de la Plana, este año hidrológico es el más seco desde 1911.
El mes de mayo ha sido cálido y muy seco en la Comunitat Valenciana, con una temperatura media de 17,9 grados, superior en 0,9 grados a la climatología de referencia. La precipitación acumulada ha sido de 13,5 l/m², un 70% inferior al promedio del período 1991-2020, marcando el inicio del año hidrológico más seco desde al menos 1950.
El informe de la Agencia Estatal de Meteorología de la Comunidad Valenciana señala que el déficit de lluvia ha sido mucho más pronunciado en Valencia y Alicante que en Castellón, ya que en esta provincia las tormentas del interior y norte han mitigado algo el déficit mensual, situándolo en un 31% como promedio provincial.
En Valencia, con un déficit medio provincial del 91%, el carácter pluviométrico ha sido extremadamente seco, siendo el segundo mes de mayo más seco desde al menos 1950, solo superado por mayo de 1983. En Alicante, con un déficit medio provincial del 90%, el carácter pluviométrico ha sido muy seco.
Con los datos de mayo, ya han transcurrido dos terceras partes del año hidrológico 2023-2024, el cual es el inicio de año hidrológico más seco desde al menos 1950 en la Comunitat Valenciana.
Según Aemet, no hay precedentes de un comienzo de año hidrológico (octubre-mayo) tan seco como el de este 2023-2024. En promedio, durante los últimos 8 meses se han acumulado 106,1 l/m² cuando lo normal sería 381,9, lo que representa un déficit medio del 72% en la Comunitat Valenciana.
Comparando más atrás en el tiempo, en los observatorios de las capitales, con datos desde 1864 en València y Alicante y desde 1911 en Castellón de la Plana, este año hidrológico también es el más seco de sus respectivas series.
Además de extremadamente seco, el año hidrológico también está resultando extremadamente cálido, el más cálido desde que hay registros, por lo que el anómalo calor ha favorecido los procesos de evapotranspiración y la pérdida de humedad del suelo y de la vegetación.