Además de las defunciones, contagios y otros efectos, la pandemia del Covid-19 está teniendo graves consecuencias económicas, laborales y sociales en muchas familias, especialmente entre aquellas más desfavorecidas que las sufren ya en el presente y miran con preocupación al futuro que se presenta realmente incierto.
Según todos los pronósticos, las consecuencias socio-económicas y laborales se agravarán mucho más, una vez superada la pandemia. Por ello, la Diócesis ha previsto crear un Fondo Diocesano que contará con una dotación inicial de 160.000 €, y que estará gestionado por Cáritas.
En la carta de presentación, D. Casimiro López Llorente afirma que “como en otras ocasiones nuestra Iglesia diocesana no podía quedar indiferente ante esta situación”. La respuesta será el fondo destinado a prestar ayuda a las Cáritas parroquiales, arciprestales o interparroquiales cuando no puedan cubrir con fondos propios las peticiones de personas o familias necesitadas (alimentos, suministros, vivienda, comedores, medicamentos….).
Ya desde el inicio de la pandemia, la Iglesia diocesana ha venido prestando su ayuda espiritual y humana a través de los capellanes de hospitales, de los sacerdotes y de los voluntarios de las parroquias, así como de las oraciones y otros gestos solidarios de conventos y comunidades religiosas. También las Cáritas diocesana, interparroquiales y parroquiales han estado prestando su ayuda desde el primer momento de la pandemia. “Pero las necesidades superan ya nuestras posibilidades económicas y serán totalmente insuficientes en un futuro próximo”, asegura el Obispo.
El Fondo estará gestionado por una comisión en Cáritas Diocesana en la que estarán representadas las parroquiales y arciprestales, voluntarios y técnicos, así como también el Ecónomo Diocesano. La dotación inicial proviene de la Diócesis (50.000€), Cáritas Diocesana (43.000€) y de la campaña “Ante el Coronavirus, dona. Cada gesto cuenta”, (67.000€). El Obispo expresa el agradecimiento sincero por la “generosidad de tantos particulares así como de entidades privadas, que a lo largo de estos últimos días están ejerciendo la caridad con aquellas personas más vulnerables a las consecuencias de la actual crisis”.
Para poder sostener el Fondo ante el aluvión de necesidades que previsiblemente llegarán, se mantendrán abiertas las siguientes cuentas bancarias para hacer donativos:
D. Casimiro López Llorente hace “un llamamiento muy especial a nuestros sacerdotes, diáconos y fieles laicos, a nuestras comunidades religiosas, asociaciones, movimientos y cofradías para que sean generosos con el Fondo”. Así mismo, invita a cofradías y asociaciones públicas de fieles a destinar a esta causa parte del presupuesto de los actos que desgraciadamente se han suspendido.