Los terrenos de los antiguos Viveros Molina ofrecen una execrable realidad con un nuevo incremento de chabolismo y degradación social.
La arrogancia en una escasa gestión deliberada produce monstruos. Ya puede denunciar un día sí y otro también el periódico El Mundo de Castellón, -en uno de sus grandes temas informativos- la execrable realidad que ofrecen los terrenos de los antiguos Viveros Molina junto al cementerio, tras el devastador incendio que sufrió hace veinte días con un nuevo incremento del chabolismo y degradación social, que el equipo municipal de gobierno del Partido Popular se pone de perfil y demuestra no tener la más mínima intención de dar solución urgente a una problemática que se viene arrastrando desde hace muchos años y que está envuelta en una maraña burocrática y de intereses creados nunca aclarados, mientras llega la especulación correspondiente.
Ya puede El Mundo esforzarse y seguir alertando a la sociedad del peligro que representa el actual estado de las parcelas abandonadas donde ha crecido un poblado chabolista, se han multiplicado los vertederos incontrolados, se han ‘okupado’ masets y donde se crían animales salvajes como cerdos vietnamitas, que la actitud del consistorio es negar la evidencia desde una posición altanera, faltando al respeto al ingente trabajo periodístico que realiza el rotativo y sabiendo interesadamente que la prensa actual está atada de pies y de manos con las subvenciones institucionales y que está coartando desde hace tiempo la libertad de información y la de los profesionales de la comunicación, y seguir con esa costumbre de no gestionar, de no trabajar, o trabajar poco.
A los poderes públicos hay que exigirles.
Son depositarios del voto de los ciudadanos que han confiado en ellos para que les resuelvan los problemas de ciudad. Aquí en Castellón y en todos los sitios.
Vicente Cornelles Castelló
Escritor y periodista
