El primer gobierno de Mazón no fue paritario y con la remodelación que acaba de producirse la presencia de mujeres ha quedado reducida al 36%.
El 13 de junio de 2023 seis machotes de Partido Popular y Vox se reunieron en dependencias de las Cortes Valencianas para impulsar la formación de un nuevo gobierno autonómico presidido por Carlos Mazón.
El acuerdo se produjo en un tiempo récord, fue ‘un visto y no visto’, un ‘aquí te pillo, aquí te mato’, con el que se diseñó un nuevo Consell que echó a andar con un President, cuatro consellers y cuatro conselleras.
Las mujeres ocupaban el 44% de los asientos existentes en el equipo de gobierno, un porcentaje insuficiente que con la remodelación que se acaba de acometer ha retrocedido hasta el 36%, ya que siguen siendo cuatro las conselleras en un gabinete en el que hay un presidente y seis consellers.
Desde el principio se detecta un exceso de testosterona en el Palau que el President no ha sabido, podido o querido cambiar.
La llegada de Carlos Mazón a la presidencia nace del exceso de testosterona que propalaba la foto del acuerdo de investidura entre PP y Vox de 2023 en la que seis hombres y ninguna mujer diseñaban el nuevo gobierno.
Y era necesario hacerlo porque pocos iconos más machistas pueden existir que aquella foto del pecado original del acuerdo de investidura con Carlos Mazón, Miguel Barrachina y Juan Francisco Pérez Llorca, del Partido Popular, departiendo en amor y compañía con un tridente de Vox compuesto por Ignacio Gil Lázaro, el que fuera vicepresidente torero, Vicente Barrera, y el condenado por un asunto de violencia contra su ex mujer, Carlos Flores.
Por cierto, qué inquietante me pareció aquella foto que se difundió del encuentro en la que mirando a cámara Flores exhibía una jarra con agua.
Vox ya no está pero queda claro que para Mazón el gobierno sigue siendo cosa de hombres, quizá así haya que entender la incorporación del teniente general retirado José Gan Pampols como vicepresidente para la Recuperación.
Nadie pone en duda su currículum y capacidades pero todo el mundo sabe de la existencia en el Ejército actual de perfiles mucho más modernos y rompedores, del estilo de la ex piloto de Onda, Patricia Campos.
El primer gobierno Mazón nos obsequió con un vicepresidente torero y el segundo con un teniente general. Ni Manuel Fraga llegó tan lejos como el President, que parece inspirarse en los eslóganes del coñac de los años setenta
Quizá sea simplificar mucho pero a veces tengo la sensación de que el todavía President se inspira en los viejos eslóganes que se utilizaban a finales de los años setenta y principios de los ochenta para publicitar el coñac.
Uno decía ‘Veterano, el toro’ y otro ‘Soberano, es cosa de hombres’. Casualidad o no, el primer gobierno Mazón nos obsequió con un vicepresidente torero como Vicente Barrera y el segundo con un teniente general como Gan. Ni Manuel Fraga, ilustre carpetovetónico de su época, fue capaz de atreverse a tanto.
Lo de Barrera fue un fiasco y lo de Gan, a priori, inquietante, porque parece no tener claro dónde se ha metido, ya que quien ha sido designado vicepresidente por un político dice que no aceptará ninguna directriz política. Entonces, ¿qué hará, dar órdenes de obligado cumplimiento, incluso a Mazón, su ineficaz, disparatado y caricaturesco jefe?
Rafa García. Periodista
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