• Los integrantes del grupo se escondían en un zulo que habían construido en un chalet si, tras cometer los diferentes robos, pensaban que habían podido ser identificados o seguidos
La Guardia Civil de Crevillente ha detenido a los 5 integrantes de un grupo criminal dedicado a los robos en viviendas, naves industriales y vehículos, en dicha población y alrededores. Tres de ellos ya han ingresado en prisión y los dos restantes han quedado en libertad provisional con cargos.
Durante los pasados meses de enero a marzo, de este año 2019, hubo un aumento considerable de delitos contra el patrimonio en la localidad de Crevillente, delitos que, a primera vista, no tenían un patrón determinado, ni un modus operandi conocido.
Estos hechos delictivos se cometían indiscriminadamente en interior de naves industriales, casas de campo, vehículos… sustrayendo, en ocasiones efectos de poca valía, que causaban más daños en la propiedad de lo que se llevaban, además del malestar creciente entre los vecinos de la población.
Los agentes de la Guardia Civil de Crevillente, en conjunto con el Área del Investigación de dicha Unidad, llevaron a cabo una serie de gestiones de averiguación, localizando un chalet ubicado en la partida Barrosa, de dicho municipio, siendo ésta la ubicación donde residía el grupo de autores, ya identificado, y dónde trasladaban todos los efectos procedentes de sus diversos robos para su posterior venta como objetos de segunda mano.
Con toda esta información, los agentes realizaron la entrada y registro del domicilio, interviniendo numeroso material electrónico e informático sustraído, así como el vehículo utilizado en la comisión de los hechos y seis aves tropicales y tres conejos lop francés, todo ello valorado en más de 80.000 €.
Estas aves tropicales habían sido sustraídas el mes de diciembre de 2018, en un domicilio de la partida La Hoya de Elche. Sus propietarios, que habían distribuido cartelería por las inmediaciones tras el robo, se emocionaron enormemente al conocer la recuperación.
Cabe destacar que, dentro del domicilio registrado, se encontró un zulo, construido bajo el hueco de la piscina, que era utilizado como dormitorio provisional para esconderse los integrantes del grupo tras la comisión de un robo, si tenían la sospecha de haber sido identificados o seguidos por los perjudicados o los cuerpos policiales, pasando allí escondidos un tiempo.
Las personas detenidas son 3 hombres de 65, 38 y 36 años y 2 mujeres, de 37 y 28 años, todos ellos españoles. Se les imputa un total de 28 delitos contra el patrimonio (entre robos con fuerza en vivienda, en naves industriales y en interior de vehículo) y el delito de pertenencia a organización criminal.
Uno de los hombres detenidos actuaba solamente como receptador de los efectos robados, es decir, les daba salida en el mercado, siendo el encargado, además, de dar seguridad al resto del grupo cuando se encontraban en la vivienda, si detectaban posible presencia policial.
Tres de ellos ya han ingresado en prisión por estos hechos, quedando los otros dos en libertad provisional con cargos, a la espera de juicio.