Uno de los perros se encontraba con evidentes síntomas de desnutrición
La Guardia Civil ha investigado a una persona como supuesto autor de un delito contra la flora, la fauna y animales domésticos.
La actuación de la Guardia Civil se inició cuando agentes pertenecientes al SEPRONA de Vinaròs se encontraban prestando servicios propios de su especialidad por el término municipal de Peñíscola, cuando se percataron de la localización de una caseta de campo, en la que se encontraban más de una treintena de perros, atados con cadena individualmente y junto a un bidón de hierro, junto a diferentes restos de comida como pollos e incluso restos de una oveja, todo ello esparcido por la superficie.
Tras efectuar una batida por el lugar y reconocimiento de la zona, contabilizaron los canes y las situaciones en la que se encontraban para posteriormente requerir toda la documentación relativa a su titulariza. Es ese momento cuando localizaron un perro de raza podenco ibicenco, atado con una cadena a un árbol y con evidentes síntomas de desnutrición ya que se le observaban los huesos de la cadera con demasiada facilidad, y con necrosis en una pata trasera.
Los guardias civiles procedieron a identificar y localizar al propietario de los canes el cual los utilizaba para fines cinegéticos.
Posteriormente se insto al dueño que trasladase al perro hasta un centro veterinario de la localidad para su tratamiento de forma urgente en compañía de los Guardias Civiles del Seprona.
Como resultado de toda la actuación, los agentes procedieron a investigar a dicha persona, un varón de 42 años de edad, como supuesto autor de un delito a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, así como levantamiento de actas denunciando las irregularidades administrativas observadas en materia de animales de compañía ante la Consellería de Medio-Ambiente de la provincia.
Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Vinaròs