Un hombre visiblemente nervioso les comunicó que su hijo de dos años se estaba asfixiando.
Agentes de la Guardia Civil han protagonizado un valeroso acto al salvar la vida de un niño de dos años que se estaba atragantando mientras comía chucherías y no podía respirar.
Los hechos ocurrieron en la localidad de Benicarló (Castellón) el 22 de julio, alrededor de las 21:10 horas. Una patrulla de Seguridad Ciudadana que se encontraba realizando una vigilancia estática fue abordada por un hombre visiblemente nervioso, quien les comunicó que su hijo de dos años se estaba asfixiando.
Los guardias civiles actuaron de inmediato y acudieron en ayuda del pequeño, quien ya no podía respirar. El padre informó a los agentes que el niño estaba ingiriendo chucherías y que se había atragantado.
Sin perder tiempo, los agentes comprobaron que el pequeño tenía una obstrucción en las vías respiratorias. De manera rápida y precisa, llevaron a cabo una maniobra de desobstrucción, sosteniendo su cabeza y aplicando golpes en la espalda. Gracias a esta acción, el niño comenzó a expulsar los objetos atragantados y logró respirar con normalidad nuevamente.
Luego de la intervención, una ambulancia llegó al lugar para brindar asistencia médica al niño, pero afortunadamente no fue necesario trasladarlo al Hospital Comarcal de Vinaròs. Todo el proceso de rescate fue llevado a cabo por los efectivos de la Guardia Civil del Puesto Principal de Benicarló, según detalló la Benemérita en un comunicado.
Este acto heroico y diligente de los agentes de la Guardia Civil ha sido fundamental para preservar la vida del niño y es un ejemplo de la importancia de la preparación y profesionalismo de los cuerpos de seguridad en situaciones de emergencia.
