El trabajo de voluntarios y vecinos ha sido fundamental para hacer posible La Nit dels Ciris
La noche en el núcleo antiguo de Vilafranca se ha transformado en un espectáculo deslumbrante gracias a las 14.000 velas que han iluminado el entorno. Con la dedicación de numerosos voluntarios, calles como la Mayor, la Placeta de Baix, Sant Roc, el Portal de Sant Roc, la abadía y la Plaza de La Iglesia se han vestido con una luz mágica. La Nit dels Ciris se ha establecido como un evento imprescindible que atrae tanto a locales como a visitantes, invitándolos a explorar el casco antiguo bajo un manto de luz tenue, con las farolas apagadas. Este año, las calles, balcones y entradas de las casas se han adornado con figuras inspiradas en las originales cerraduras de las antiguas puertas.
Más allá de las velas decorativas, los vecinos han convertido sus entradas en espacios artísticos y creativos, añadiendo un toque místico a la celebración. La alcaldesa de Vilafranca, Silvia Colom, ha expresado su agradecimiento a todos aquellos que han contribuido al diseño de las formas que han dado vida a las velas y al equipo de voluntarios que se ha encargado de colocarlas y reencenderlas a medida que se apagaban.
La noche también ha contado con una ambientación musical en la Plaza Don Blasco, marcando el inicio del recorrido de la Nit dels Ciris. Los mayorales de la Mare de Déu del Llosar han gestionado el servicio de barra y mesas en la entrada del recorrido.
En la Plaza de La Iglesia, que sirvió como punto final del evento, se proyectó en la fachada de la iglesia un carrusel de retratos de vecinos de Vilafranca. Este homenaje visual ha celebrado a aquellos que, un año más, han hecho posible una noche veraniega mágica iluminada por velas.