La Mare de Déu no acudió al concierto

La Mare de Déu no acudió al concierto

“Cantate Mariae”

Desde hace ya algunos años, la Banda Municipal viene realizando, por estas fechas, un concierto bajo el epígrafe “Cantate Mariae”, que pretende dar inicio a las fiestas que, en honor a nuestra Patrona la Mare de Déu del Lledó, se celebran en la Ciudad.

A las 19:30 horas de la tarde de ayer, lunes 26 de abril de 2021, día que marca el comienzo de la semana grande de nuestra Virgen, se daban cita en el Auditori i Palau de Congressos de Castellón, poco más de un centenar de personas entre las que se incluían un nutrido grupo de representantes institucionales y miembros de la Cofradía.

El programa seleccionado para la ocasión fue: Noche en el Monte Pelado, poema sinfónico del compositor ruso Modest Mussorgski, que describe una reunión nocturna de brujas y brujos en ese monte, Poema de Fuego de la compositora francesa Ida Gotkovski que, escrita en 1978 con un lenguaje contemporáneo, retrata el cambio de año en la tradición celta, y Come Sunday del estadounidense Omar Thomas, cuya composición rinde tributo a la música americana de los servicios de adoración negros.

 Como era de esperar, la ausencia más significativa de la tarde fue precisamente la de la propia Mare de Déu. A la vista está, por lo inapropiado del repertorio, que no fue invitada. Pero tampoco podemos descartar que hubiera decidido atrincherarse en la Basílica para poder conservar su Serena Prestancia. Probablemente, la Virgen ya sabía con antelación de la estridencia con la que se iban a interpretar obras de contrastado prestigio que, al margen de su temática, deberían resultar agradables al oído.

Relacionados  Disponibles los abonos del Teatre Principal y Auditori de Castellón

No obstante, quienes sí aparecieron fueron muchos fantasmas del pasado. Alumnos del Conservatorio de Castellón que suman número a la Banda sin remuneración alguna, nos retrotrajeron a los oscuros tiempos de la década de los 80 cuando la corporación municipal declaró la Banda “a extinguir”, y amortizaba plazas mientras iba contratando a músicos por actos, a razón de 700 pesetas. En aquel momento, alguien pensó que podían ser más por menos, pero ahora, en el circo del siglo XXI se ha conseguido el más difícil todavía. El nuevo formato de educando, sin derecho alguno, toca por el gratis total en un colectivo que, como en los 80, vuelve a adolecer de graves carencias.