La mordaza de los millonarios de Planeta a Alfonso Ussía deja claro quiénes son los medios lacayos de la casta comunista

La mordaza de los millonarios de Planeta a Alfonso Ussía deja claro quiénes son los medios lacayos de la casta comunista

Publicado por PERIODISTA DIGITAL 25 Mar 2020

LOS MEDIOS GUBERNAMENTALES MENDIGAN DINERO PÚBLICO

En la España bolivariana de Pedro Sánchez reina la censura y el miedo a informar

 

Al igual que en China, en España los medios se han convertido en lacayos obsequiosos de la casta social comunista.

No por convicción, ideológía o principios, sino por dinero.

Al igual que en la China comunista en la que Internet está supervisado por el Partido, en la España bolivariana de Pedro Sánchez reina la censura y el miedo a informar.

La última víctima ha sido Alfonso Ussía, pero vendrán otros.

Cabeza en bandeja de plata para Sánchez. Es el primer plazo de la factura que el Gobierno boliburgués, cuya sede ya no es Ferraz sino la Clínica Ruber, hará pagar a los grandes grupos de comunicación a cambio de su rescate con ayudas públicas, exención de impuestos y publicidad institucional.

No van a exigir a Atresmedia o Mediaset que recorten los millonarios sueldos de sus Ferreras, Wyoming o Motos.

Tampoco que anulen los bonus de sus ejecutivos. Sólo que les ayuden informativamente a seguir en La Moncloa.

«A Ussía le han dejado claro que su artículo ponía en peligro las ayudas públicas para Planeta», dicen a PD fuentes del entorno del escritor.

La situación de los grupos de comunicación pinta mal y ya le han hecho saber que ni se plantean recortar sus inmensos sueldos:

«Piden que se les subvencione con dinero público imprescindible para atender a infectados, comprar respiradores, pagar vacunas, asistir a parados, ayudar a los autónomos o auxiliar a decenas de miles de empresas que van camino de la ruina», consignaba Alfonso Rojo en Periodista Digital. —‘Caraduras sin Fronteras’: los millonarios de la radio y la televisión imploran ayudas oficiales a Sánchez y se ponen a sus órdenes

Porque el Gobierno de Sánchez necesita seguir enmascarando la realidad y pedirnos calma. Y así como nos pidió no ser alarmistas, ahora nos pide que tengamos confianza porque unidos, pegaditos, muy juntos, todos detrás del presidente Sánchez —no está solo, presidente— dijo Pablo Casado por consejo de otra viejo mandarín de la izquierda, Juan Luis Cebrián, que vuelve tener sueños húmedos con la gran coalición.

El bendito consenso progre. Salimos de una epidemia y nos metemos en otra.

De Sánchez podría decirse lo mismo que dijo Howland Spencer de Roosevelt en los años treinta del siglo XX.

«Un nulo pretencioso, con un complejo mesiánico y el cerebro de un boy scout».

Guy Sorman pedía en ABC un tribunal internacional para el sátrapa comunista chino. ¿Y con Sánchez qué hacemos? Porque en España el Gobierno mintió, engañó y manipuló información para retrasar el comienzo de una epidemia que se cobrará muchos más muertos que en China.

¿Adivinen qué fecha puso el Gobierno como comienzo de la pandemia? Nueve de marzo de 2020. 24 horas después del aquelarre feminazi.

Los medios son el auténtico coronavirus catódico que coloca a los ciudadanos en una posición de indefensión y servidumbre hacia el despotismo podemita en coalición con los amos del dinero. Ya lo avisamos: cuidado que el Gobierno chavista le puede coger el gustito al estado de alarma.