La muerte como excusa

La muerte como excusa

Cualquier cosa es suficiente para que la extrema izquierda, unida al dictado de los globalistas progresistas, organice verdaderos aquelarres dignos de las cazas de brujas de los protestantes en la Europa de Lutero. Si no, ¿pueden ustedes explicarme cómo en Gerona, una turba de ilegales de raza negra, asaltan, tiendas, roban tiendas y cometen todo...

Cualquier cosa es suficiente para que la extrema izquierda, unida al dictado de los globalistas progresistas, organice verdaderos aquelarres dignos de las cazas de brujas de los protestantes en la Europa de Lutero.

Si no, ¿pueden ustedes explicarme cómo en Gerona, una turba de ilegales de raza negra, asaltan, tiendas, roban tiendas y cometen todo tipo de desmanes para protestar por la muerte de un estadounidense negro a manos de la policía local de Minneapolis? Se lo cuento, la muerte del tal Floyd, les importaba tanto como la vida y milagros de Belén Esteban.

Curiosamente, ninguno de los ilegales, irregulares, progresistas, podemitas, etc. alzó su voz, ni sus actos reivindicativos, para protestar por los policías asesinados en las violentas manifestaciones producidas a lo largo y ancho de Estados Unidos y de todo el mundo.

En estos tiempos que corren, está bien visto cometer cualquier violencia, robo, quema, destrucción, asesinato o fechoría si es por la reivindicación de lo mal que lo hacen los policías y los partidos de derecha. Es muy probable que eso se convierta en un “derecho”, como el que tienen los “okupas”.

Pero para hablar sobre cualquier tema, salvo que queramos seguir a pie juntillas las consignas que aparecen en los medios de manipulación, hay que bucear en los datos que, tozudos ellos, te colocan ante la realidad clara y diáfana.

Uno de ellos es que, el mismo día que se producía la muerte del ciudadano Floyd, por la mala praxis de un policía de Minneapolis, se produjeron saqueos de tiendas, quema de negocios, disparos contra policías, quema de vehículos y otros enseres.

Al día siguiente los disturbios irresponsables, violentos e intolerables, se extendieron por  varias ciudades más, Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Denver, Seattle, curiosamente esto se producía en las ciudades gobernadas por los demócratas (¡¡qué casualidad!!).

También es casualidad, que falte poco para las próximas elecciones presidenciales en USA y que los demócratas y sus socios globalistas (Soros, Obama, Clinton, Rockefeller, etc.) y estén intentando por todos los medios que Trump no gané los comicios, para poder seguir con su destrucción sistemática de la civilización occidental.

Pero cuidado, tras el vandalismo racial de 1967, donde esa descomunal anarquía y violencia que perjudicó las propiedades de cientos de miles de pacíficos ciudadanos hizo que, la reacción ciudadana al sinsentido, le diera una mayoría holgada a Richard Nixon en 1968, lo que podría pasar de nuevo a favor de Donald Trump,

Y volviendo a los datos que hay que conocer. Mientras que el número de víctimas negras por homicidio suponen sobre el 50% de la población useña (sobre un total de 16% de población negra), el número de homicidas negros supone un 54% sobre el total.

Otra curiosidad más. Las víctimas negras lo fueron, en un 89,5% a manos de asesinos negros. También el 50% de las víctimas hispanas lo fueron a manos de personas de raza negra,

Un dato más, según publicó The Washington Post, en 2016, sólo el 3% de las personas negras muertas por violencia, lo fueron por disparos de policía o fallecidos en comisaria. Dato que desmiente toda la maquinaria mediática impulsada por el progresismo globalista.

Si nos acercamos a nuestro país, se clama al cielo por este y algún caso más aislado, incluso el “visionario” del Presidente, junto con su “alma mater”, el ínclito Rasputín Redondo, se rasga las vestiduras por la supuesta aberración policial, pero parece encontrar regocijo ante las agresiones de todos los ilegales y menores delincuentes que acoge.

Mientras que en España agreden, roban, vejan y producen lesiones de importancia a los cuidadores de los Centros de Menores y Centros de Ilegales, “Visionario” Sánchez, se va de vacaciones, se esconde, se da autobombo y reniega de las funciones de su cargo, riéndose, a mandíbula batiente de todos los españoles.

Igual es que sueña, en lo más profundo de su tétrica mente, en presentarse a las venideras elecciones para la Presidencia de los Estados Unidos y cambiar La Moncloa por La Casa Blanca. No cabe duda que eso le colmaría en sus descabelladas ideas sobre su capacidad personal, aunque como maneja la manipulación no lo descarta.

Y para ello, sigue mercadeando con la muerte en beneficio propio y buscando la confrontación entre los ciudadanos de su país.

Le es igual que le muerte venga por un virus, por un crimen, por violencia, por separatistas, por lo que sea. Su objetivo es sacar beneficio de cualquier desdicha humana, sin importarle el costo en vidas.

Me permito cerrar este artículo con un refrán muy cierto y cabal. “Quién a hierro mata a hierro muere”. Por eso mercadear con la muerte no suele ser buena idea.

Que no se me olvide, el cáncer de las autonomías sigue con su metástasis imparable. Pongámosle freno.

 

Luis Andrés Cisneros