El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha visitado esta mañana la ruta botánica, en el punto donde las lluvias de finales de septiembre provocaron importantes desprendimientos que llevaron a su cierre, para conocer in situ el alcance de los daños, tras el informe geológico encargado a una empresa especializada que alerta de la necesidad de mantener cerrada la senda.
“Es un problema muy complejo, en el que hemos actuado desde el primer minuto y con la máxima celeridad para garantizar la seguridad vecinal y del entorno, un paraje protegido de un enorme valor ecológico y de gran concurrencia”, detalla Benlloch, quien ha estado acompañado por el concejal de Servicios Públicos, Xus Madrigal, y el concejal de Agricultura, Sostenibilidad, Transición Energética, Ecológica y Medio Ambiente, José Ramón Ventura, además de técnicos municipales y Guardia Rural del Mijares.
Tras la visita, el alcalde ha solicitado ampliar el estudio a todo el recorrido del río que pudiera revestir riesgos por contar con viviendas construidas en la parte superior de la cantera o lugares de concurrencia, como sendas o caminos. De esta manera, se analizará el estado de la pared del Mijares desde el puente de la autopista hasta el puente de Santa Quiteria.
Las lluvias del pasado 26 de septiembre provocaron un alud de tierras en la ruta botánica, que llevaron, a instancias del Consorcio de Bomberos y el propio Consorcio del Mijares, a cerrar temporalmente el paso por la senda y solicitar un informe geológico especializado sobre el estado de la cantera en este punto y posibles soluciones. Desde entonces, los accesos a la ruta han permanecido cerrados, desde el Termet hasta Santa Quiteria.
El estudio geológico alerta del riesgo y de la complejidad de la actuación para recuperar el entorno, que podría afectar incluso a algunas de las viviendas situadas en la parte superior de la cantera. De hecho, el alcalde ha visitado ya esta mañana algunas de estas residencias para informar a los vecinos de la situación.