Carles Peris: “No es de recibo vender en la actualidad una naranja importada que ha recorrido más de 13.000 kilómetros, cuando aquí estamos en plena campaña".
La Unió Llauradora denuncia que El Corte Inglés continúa vendiendo naranjas procedentes de Sudáfrica en pleno mes de noviembre, a pesar de que la campaña de recolección local ya está en marcha.
El grupo encargado de la venta de estas naranjas es Llusar Torres, resultado de la fusión entre Frutas Llusar de Xilxes y Naranjas Torres de Almenara. Este grupo, históricamente reconocido por la calidad de sus cítricos, actualmente pertenece a un fondo de inversión que, según La Unió, “solo busca el beneficio económico, sin tener arraigo ni sensibilidad por el territorio”.
El precio de las naranjas sudafricanas en El Corte Inglés es alto, a 2,99 €/kg en una oferta que comenzó el martes y finaliza hoy. Luego, el precio ascenderá a 3,56 €/kg.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, califica de «intolerable» esta situación en pleno noviembre. “Es inadmisible vender naranjas importadas con una huella de carbono considerable, recorriendo más de 13.000 kilómetros, cuando aquí tenemos suficiente suministro de producto local”.
La organización también alerta sobre los riesgos fitosanitarios que implican estas importaciones. En octubre, el sistema de notificación Europhyt de la Unión Europea detectó varias partidas de cítricos procedentes de Sudáfrica y Zimbabue con presencia de Mancha Negra (Phyllosticta citricarpa) y Falsa Polilla (Thaumatotibia leucotreta). Este año, Sudáfrica acumula 32 rechazos y Zimbabue 11, mientras que Brasil lidera con 80.
Peris enfatiza que “estos países no ofrecen las garantías sanitarias adecuadas para seguir exportando a Europa”, y solicita medidas que incluyan el cierre de fronteras si se superan ciertos umbrales de rechazos.
Otro punto relevante es el cambio en el Acuerdo de Asociación entre la UE y Sudáfrica, que permite la entrada de naranjas sudafricanas entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre con aranceles en reducción progresiva hasta su eliminación en 2025. Este acuerdo ha provocado un aumento en las importaciones y distorsiones en el mercado. Por ello, LA UNIÓ pide restaurar el marco anterior, limitando la importación de naranjas hasta el 15 de octubre y de mandarinas hasta el 15 de septiembre, y aplicando un régimen arancelario cuando la producción europea sea suficiente, dado el impacto ambiental y sanitario de estas importaciones.