LA UNIÓ se une a ‘Junts per la Terra’ y ‘Nostra Terra’ contra las nuevas macroplantas fotovoltaicas proyectadas en la Plana Alta y l’Alcalatén

LA UNIÓ se une a ‘Junts per la Terra’ y ‘Nostra Terra’ contra las nuevas macroplantas fotovoltaicas proyectadas en la Plana Alta y l’Alcalatén

La organización agraria, que tiene sus raíces en el territorio, pide "unidad social máxima contra todos estos proyectos especulativos y expoliadores del medio de vida de muchas familias".

 

La Unió Llauradora y las asociaciones Junts per la Terra y Nostra Terra han expresado su oposición y rechazo a la construcción de macroplantas fotovoltaicas en algunas comarcas de Castellón. Conforme expresan, estas plantas representan una amenaza para una importante superficie de tierra agrícola que está en plena producción, así como para granjas y otras actividades como bodegas, turismo rural y restauración. La construcción de estos proyectos de gran envergadura supone una agresión sin precedentes para el territorio y para todas las personas que viven en él y han elegido la agricultura y la ganadería como medio de vida.

Entre los proyectos más recientes que se han anunciado y que han sido sometidos a información pública, se encuentra la construcción de una planta fotovoltaica y su estructura de evacuación que afectará a los términos municipales de les Useres, Vilafamés, Costur, Alcora, Onda y Betxí, y que contará con una planta en les Useres de 303.520 paneles solares. También hay otro proyecto de construcción de una planta fotovoltaica y su estructura de evacuación que afectará a los términos municipales de Cabanes, la Pobla Tornesa, Vilafamés, Vall d’Alba, Costur, Alcora, Onda y Castelló de la Plana, y que tendrá una planta en Vilafamés-Cabanes de 555.548 paneles solares.

Además, en los proyectos de la MAT, Magda y H2MED en la provincia de Castelló se plantea la construcción de megaparques fotovoltaicos, de centenares de hectáreas cada uno, «lo que provocará la desaparición de una gran parte de la actividad agroganadera de las zonas del interior».

LA UNIÓ apoya las energías renovables, pero no de esta manera. Por eso, «se une y colabora con todas las iniciativas ciudadanas que rechazan este tipo de grandes proyectos, creados en su mayoría por grandes fondos de inversión, que especulan con el suelo agrícola». En este sentido, LA UNIÓ se ha unido a asociaciones como Junts per la Terra, Associació Nostra Terra, la que se creará en les Useres o las que se puedan originar en otros pueblos.

El miércoles pasado, LA UNIÓ, junto con otras asociaciones como Junts per la Terra o Associació Nostra Terra, celebró una charla informativa en Vall d’Alba (Plana Alta) para informar sobre todos estos macroproyectos y la respuesta que ha habido ante ellos. La asistencia multitudinaria a la charla es una muestra de la contestación social que hay en las zonas afectadas.

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La organización agraria, que tiene sus raíces en el territorio, pide «unidad social máxima contra todos estos proyectos especulativos y expoliadores del medio de vida de muchas familias«. Por eso, apoyará todas las alegaciones generales que se presenten tanto desde los ayuntamientos afectados como también de las diversas entidades que luchan por la defensa del territorio.

No se pueden arrasar olivos centenarios y miles de almendros en plena producción, ni tampoco la ganadería extensiva, que tendría menos pastos o más dificultades para las granjas de porcino. Estas producciones, junto con las de piedra en seco, son la base de un paisaje y de la identidad cultural y social de muchos de nuestros pueblos, además de ser un motor económico y de fijación de la población. El valor paisajístico que generan las explotaciones agrarias, el modelo de producción familiar de productos de calidad y proximidad que proporciona el sector agroalimentario de estas zonas, es vital e incalculable.

Señala el secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris.

En este sentido, Peris indica que «se debe poner fin al colonialismo del interior por parte de la costa. No se pueden destruir los proyectos de vida de las personas del interior de Castelló para que las zonas más pobladas tengan luz. El modelo energético debería crecer primero desde las ciudades y en terrenos afectados por el boom inmobiliario o en los tejados de las industrias. Así no se pueden hacer las cosas, siempre contra el mundo rural y sus habitantes».

El secretario general de LA UNIÓ señala que los habitantes del mundo rural, así como las personas agricultoras y ganaderas, están unidos ante este expolio en el territorio que se quiere llevar a cabo y anuncia que «estamos dispuestos a hacer frente a todos estos gigantes». Ha concluido.