Este nuevo centro residencial, destinado a 120 personas mayores dependientes, se ha desarrollado con el nuevo modelo de unidades convivenciales.
Esta mañana se ha inaugurado oficialmente el nuevo centro residencial para personas mayores de la Vall d’Uixó, situado junto a la Colonia San Antonio y con capacidad para acoger a 120 residentes. El acto ha contado con la presencia de la alcaldesa, Tania Baños, el concejal de Servicios Sociales, Jorge Marqués, y el director general del Grupo Novaedat, Marcos Turró.
Gracias a un contrato-programa firmado con la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento reservará 64 plazas en este nuevo centro para trasladar a los residentes del actual Hogar Sagrada Familia, cuyas instalaciones no cumplen con la normativa de seguridad y presentan graves deficiencias estructurales que imposibilitan su reforma.
Durante su intervención, la alcaldesa fue tajante:
“En caso de incendio no queremos que los residentes del Hogar Sagrada Familia mueran dentro porque no se pueden evacuar”.
Actualmente, los pasillos de dicho edificio son demasiado estrechos para permitir el paso de una cama, lo que dificulta una evacuación segura, especialmente en el caso de personas con movilidad reducida o alta dependencia.
La gestión de estas 64 plazas públicas se llevará a cabo de forma indirecta mediante un contrato de servicios, como medida temporal y transitoria. Según explicó el concejal de Servicios Sociales, este traslado permitirá además recuperar ocho plazas que estaban sin cubrir, ya que la Generalitat llevaba meses sin derivar nuevos usuarios al Hogar Sagrada Familia.
El Ayuntamiento ha subrayado que esta solución es solo un paso intermedio, mientras se espera la construcción de una nueva residencia pública. Para ello, ya se ha cedido una parcela municipal en el barrio Carmadai, donde debería levantarse el nuevo centro. “Ahí debe estar el foco: en exigir y reivindicar esa residencia pública que la Vall d’Uixó necesita”, han insistido desde el consistorio.
El concejal Marqués cerró el acto recordando que, aunque cambien las infraestructuras y las sociedades, “el cariño y los cuidados hacia nuestros mayores permanecen”. Y añadió:
“El sistema de cuidados que queremos para la Vall debe estar centrado en las personas y en la dignidad. Y la dignidad pasa por garantizar su seguridad”.
Paralelamente, el Hogar Sagrada Familia continuará funcionando como centro de día, duplicando su número de usuarios. Además, se reforzará el servicio de atención domiciliaria, se creará un banco de material geriátrico, y se intensificará el seguimiento a personas dependientes, así como las acciones de prevención comunitaria y lucha contra la soledad no deseada.
