El diseño es un trabajo conjunto entre la concejalía de Cultura, el Museu de Ceràmica y el departamento de diseño de Novalinea, empresa donante de la obra.
El Ayuntamiento de l’Alcora ha iniciado la instalación de un mural cerámico en la calle Ferrerets, una obra de 25,5 metros de largo que destaca la rica tradición cerámica del municipio, heredada de la Real Fábrica del Conde de Aranda.
El alcalde Samuel Falomir, acompañado por los concejales de Cultura, Carlos Esteban, y de Urbanismo, Robert Tena, visitaron la zona para inaugurar este proyecto, ejecutado y donado por la empresa cerámica local Novalinea.
El diseño del mural ha sido una colaboración entre la concejalía de Cultura y el departamento de diseño de la empresa, con el apoyo del Museu de Ceràmica, que proporcionó valiosa documentación gráfica. La pieza refleja la diversidad estilística de la época de máximo esplendor de la Real Fábrica, replicando varios diseños que se produjeron a lo largo de su historia.
El mural también rinde homenaje a los vendedores locales de cerámica, incorporando un fragmento del bando de 1727, en el que el Conde de Aranda determinó que solo los vecinos de l’Alcora podrían comercializar su producción cerámica. Esta medida, que protegía la economía local, se reproduce en cerámica en uno de los laterales del mural, resaltando la contribución de las familias alcorinas a la producción y comercio de cerámica desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
Carlos Esteban subrayó que esta obra no solo celebra el legado cerámico de l’Alcora, sino que también conecta con el presente, reconociendo el esfuerzo de empresas familiares como Novalinea, que siguen elevando el prestigio de la cerámica local. “Este mural es un ejemplo de cómo tradición y modernidad pueden convivir, enriqueciendo nuestro patrimonio cultural”, afirmó Esteban.
Se espera que los trabajos de instalación concluyan la próxima semana, momento en el que l’Alcora podrá disfrutar de este nuevo elemento que embellecerá el municipio y reforzará su identidad cultural.