L’Alcora presenta el proyecto de recuperación del edificio fundacional de la Real Fábrica

L’Alcora presenta el proyecto de recuperación del edificio fundacional de la Real Fábrica

El Ayuntamiento ha presentado el anteproyecto a la convocatoria de ayudas del ‘Programa 2% Cultural’ del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

 

El Ayuntamiento de l’Alcora ha llevado a cabo un evento público para presentar el plan de restauración del edificio original de la Real Fábrica del Conde de Aranda (1726-1727), una de las iniciativas más significativas valorada en 4,4 millones de euros, como parte del proyecto general de rehabilitación y realce de esta emblemática manufactura.

En esta ceremonia, que tuvo lugar en la Nau dels Forns, participaron el alcalde, Samuel Falomir; el director del Museo de Cerámica, Eladi Grangel; y la arquitecta municipal, Anna del Campo.

Es importante destacar que recientemente se ha presentado un anteproyecto para optar a las subvenciones destinadas a la conservación y enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español, a través del ‘Programa 2% Cultural’ del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Conforme se establece en el Plan Director, la zona fundacional tiene como objetivo convertirse en un espacio destinado a la exposición y la interpretación de la Real Fábrica y la industria cerámica. A través de este proyecto, se busca recuperar el espacio original de la nave fundacional y su patio mediante una intervención de rehabilitación integral que incluye los siguientes aspectos:

  1. Eliminación de elementos inapropiados que dificultan la comprensión de la configuración original del edificio original.
  2. Restauración de los elementos originales que se encuentren en el lugar.
  3. Establecimiento de una delimitación real y física del inmueble que forma parte de la nave fundacional.
  4. Restablecimiento de la conexión original con el edificio de viviendas.
  5. Consolidación de los elementos estructurales.
  6. Recuperación de las fachadas originales para devolverles su aspecto original.
  7. Intervención en las patologías detectadas en los elementos constructivos.

Además, se plantea la excavación del sótano que se encuentra bajo la nave fundacional, específicamente en el patio este, que actualmente se encuentra rellenado y sellado. También se llevará a cabo una excavación arqueológica para recuperar elementos, pavimentos y restos de muros originales que han quedado enterrados debido a la evolución del edificio. Finalmente, se garantizarán las condiciones de accesibilidad en los espacios recuperados.

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Sobre la Real Fábrica de Loza y Porcelana de l´Alcora

La Real Fábrica de Loza y Porcelana, establecida en 1727 por el IX Conde de Aranda en l’Alcora, representa uno de los capítulos más destacados en la historia de la cerámica en España. A lo largo de sus más de 200 años de funcionamiento, la producción cerámica en esta fábrica evolucionó en sintonía con los gustos de sus clientes, generando una amplia variedad de diseños formales y ornamentales. Además, constantemente se incorporaron innovaciones tecnológicas que mejoraron el proceso de producción y la calidad de las obras terminadas. Se llevaron a cabo expansiones y remodelaciones de los espacios de producción para adaptarse a las cambiantes necesidades de la fabricación, alcanzando a principios del siglo XIX una superficie de más de 11.000 metros cuadrados, de los cuales aproximadamente 9.000 metros cuadrados pasaron a ser propiedad municipal en 2017.

Este conjunto patrimonial es de gran importancia y su relevancia trasciende la escala local. Desde mayo de 2019, está catalogado como Bien de Interés Cultural y cuenta con un Plan Director que examina detalladamente su evolución histórica, conservación y propuestas para futuras intervenciones.

El edificio se compone de diversas construcciones y áreas abiertas que se combinan para formar un conjunto industrial altamente singular. Actualmente, una parte de este conjunto ha sido rehabilitada y está abierta al público, en particular, la nave de los hornos morunos, que data de finales del siglo XVIII, junto con su edificio anexo, y la nave industrial de Azulejos BIC, que estuvo en funcionamiento entre las décadas de 1950 y 1980.