Las protestas promovidas por SATSE se han enfocado en la discriminación que las enfermeras experimentan dentro del sector público.
Hoy, en el Hospital La Plana de Vila-Real, cientos de enfermeras se han manifestado en conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2024 exigiendo un cambio estructural que reconozca de manera adecuada su labor en la Conselleria de Sanidad y que ponga fin a la discriminación laboral y profesional que enfrentan debido a ser un colectivo mayoritariamente femenino.
Convocadas por el Sindicato de Enfermería, SATSE, las enfermeras se han congregado a las puertas del Hospital La Plana con mensajes destinados a denunciar la situación de hartazgo, desmotivación y desilusión que experimentan debido al «desinterés de las administraciones públicas hacia su realidad laboral».
Estas concentraciones han tenido lugar en diversos puntos de la Comunidad Valenciana como punto culminante de las diversas acciones de información, sensibilización y presión sindical llevadas a cabo por SATSE con motivo del Día de la Mujer, con el objetivo de concienciar sobre la realidad laboral de las enfermeras.
Durante las concentraciones, las enfermeras han leído un manifiesto destacando la necesidad de valorar y reconocer su esencial contribución a la sanidad, así como de poner fin al menosprecio e infravaloración de su trabajo.
Estamos hartas de que nuestra formación, cualificación y experiencia profesional no se reconozca.
Discriminación
Las protestas se han focalizado en la discriminación que las enfermeras experimentan desde hace años al permanecer en el subgrupo A2. Esta clasificación profesional no se ajusta a la actual ordenación de los títulos universitarios ni al desarrollo competencial experimentado por la profesión en los últimos años, generando una significativa brecha de género laboral y salarial.
La asignación a un subgrupo inferior al de otras titulaciones del mismo nivel, además de ser claramente discriminatoria, restringe su progreso profesional y perpetúa prejuicios y estereotipos sobre la profesión enfermera.
Es esencial una clasificación profesional justa que refleje nuestra formación, competencias y responsabilidades actuales.
Resaltaron.
Por ello, han instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a coordinar los distintos ministerios involucrados en la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) y a incluir finalmente a las enfermeras en un único Grupo A, sin subgrupos, dentro de la administración pública.
Esta reorganización profesional permitiría que las enfermeras reciban un trato equitativo con otras profesiones de igual nivel, accedan a oportunidades de crecimiento profesional y asuman roles de gestión y liderazgo, además de garantizar una retribución salarial justa.
Perjuicios
También hicieron hincapié en que, a pesar de que se supone que se han superado los roles sexistas, actualmente su profesión sigue siendo marginada debido a su carácter mayoritariamente femenino y su dedicación a los cuidados. Esto ocurre a pesar de la importancia y necesidad crítica de su labor dentro del sistema sanitario y en la sociedad en general.
Entre las discriminaciones y perjuicios señalaron la falta de reconocimiento de la dureza de sus condiciones y riesgos laborales, lo que les impide acceder a la jubilación anticipada voluntaria. Además, enfrentan estereotipos sexistas, un mayor número de agresiones físicas y verbales, así como dificultades en la conciliación laboral y familiar.
