Lechuga, tomate y neumático: La dieta equilibrada

Lechuga, tomate y neumático: La dieta equilibrada

Exploramos la idea de 'la cocina de la carretera a la mesa', una alternativa menos conocida a 'la cena de la granja a la mesa'.

 

Un reciente estudio de la Universidad de Viena revela que las partículas liberadas por los neumáticos de los vehículos son absorbidas fácilmente por la lechuga. Este hallazgo pone en evidencia cómo materiales comunes como las botellas de plástico o los medicamentos pueden contaminar los alimentos, aunque aún se desconoce en detalle cómo estos contaminantes podrían afectar negativamente al organismo.

Se sabe que los neumáticos generan partículas microscópicas de desgaste cuando se rozan con la carretera, y según investigaciones, alrededor de 1 kg por persona al año de estas partículas, llega al medio ambiente. Estas partículas pueden llegar a los campos de cultivo a través de la deposición atmosférica, la escorrentía de las carreteras y el uso de lodos de plantas de tratamiento de aguas residuales como fertilizantes por parte de los agricultores. De hecho, se ha comprobado que el 93% de estas partículas permanece después de pasar por las depuradoras, lo que significa que entre 1.400 y 2.800 toneladas de estas partículas llegan cada año a los terrenos agrícolas solo en Alemania.

Investigaciones previas realizadas en la Universidad de Viena han demostrado que muchas de las partículas liberadas por los neumáticos contaminan los niveles superiores del suelo. Sin embargo, en un estudio más reciente, los investigadores querían determinar si los químicos presentes en estas partículas podían ser absorbidos por las plantas a través de sus raíces si se encontraban en niveles más profundos del suelo.

Los investigadores decidieron investigar este asunto colocando plantas de lechuga en una solución hidropónica a la que se añadieron cinco contaminantes derivados de los neumáticos. Según las mediciones realizadas, las plantas de lechuga absorbieron todos los compuestos a través de sus raíces, los transportaron a las hojas y los acumularon allí. Aunque los investigadores señalan que no todos los compuestos probados han demostrado ser tóxicos, excepto uno: la 6PPD-quinona, que se ha relacionado con la muerte masiva de salmones en el noroeste del Pacífico de E.E.U.U.

El equipo también llevó a cabo un experimento agregando migas de neumáticos al agua y descubrió que las plantas de lechuga todavía absorbían los contaminantes. Además, las plantas metabolizaron los químicos en sustancias nuevas y desconocidas. Thorsten Hüffer, científico principal de CMESS, afirma,

Las plantas procesaron las sustancias y, al hacerlo, produjeron compuestos que no se habían descrito antes. Dado que desconocemos la toxicidad de estos metabolitos, representan un riesgo para la salud que aún no puede evaluarse.

Los investigadores advierten que estas sustancias químicas son estables en las plantas, pero podrían ser liberadas al ser ingeridas, ya que en el cuerpo humano se descomponen fácilmente. En la siguiente fase de la investigación, el equipo llevará a cabo experimentos con plantas cultivadas en el suelo para determinar cómo interactúan con las partículas de los neumáticos.