La sentencia de instancia atribuyó a Maeso el primer contagio a una niña de cinco años.
Juan Maeso, anestesista condenado por contagiar el virus de hepatitis C a 275 pacientes en cuatro hospitales de València entre 1988 y 1998, ha sido puesto en libertad condicional después de casi 16 años en prisión, pudiendo cumplir un máximo de 20 años. La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha acordado su liberación en un auto, después de que la defensa de Maeso formulase un recurso y él ya disfrutara del tercer grado desde hace un año. La sala de la Audiencia Provincial señala que las razones para rechazar la concesión de esta libertad son insuficientes y no permiten sostener un pronóstico desfavorable de reinserción social.
Por el contrario, el tribunal ha indicado que Maeso lleva cerca de un año en tercer grado penitenciario, con pernocta en su domicilio desde julio, sin que consten incidencias que indiquen que el recluso pudiera hacer un mal uso de la situación de semilibertad en la que se encuentra. Además, no se han identificado razones para pensar que no esté en condiciones de vivir respetando la ley penal, a pesar de que no haya reconocido los hechos o el consumo de tóxicos relacionados con los delitos por los que fue condenado. Asimismo, la edad del penado, su estado de salud, las circunstancias de la actividad delictiva y el largo período que ha pasado en prisión permiten hacer un pronóstico fundado de que está en condiciones de ser acreedor de una reinserción social favorable.
El tribunal agrega que, a pesar de que constan sanciones disciplinarias en su expediente, la última fue hace casi siete años y todas ellas fueron por desobedecer órdenes, por lo que no se puede afirmar que su trayectoria penitenciaria se caracterice por un mal comportamiento.
En diciembre del año pasado, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria denegó la libertad condicional debido a que se consideró que Maeso aún era peligroso, ya que no mostraba arrepentimiento ni asumía su culpabilidad en los hechos, insistiendo en que él era la víctima y había sido injustamente condenado. Además, le faltaban cinco años para cumplir su condena y la Junta de Tratamiento informó desfavorablemente a la propuesta. La defensa de Maeso recurrió esta decisión.
Maeso fue condenado en mayo de 2007 por contagiar el virus de la hepatitis C a 275 pacientes operados en cuatro hospitales de València entre los años 1988 y 1998, y un mes después ingresó en la prisión de Aranjuez debido a un «evidente» riesgo de fuga. En 2009, el Tribunal Supremo ratificó la condena impuesta por la Audiencia tras un juicio que duró algo más de un año.
La sentencia de instancia atribuyó a Maeso el primer contagio el 15 de diciembre de 1988, a una niña de cinco años, y el último el 27 de enero de 1998, a una paciente de 51 años que había sufrido una rotura de cadera y que fue intervenida en la Casa de la Salud.
El 4 de febrero de 1998, ese centro hospitalario privado le prohibió la entrada al centro al haber dado positivo en una analítica al virus y el 20 de ese mes dejó de trabajar en La Fe, donde ejercía como Jefe de Servicio de Anestesia y Reanimación del Maternal, tras una reunión con sus superiores.
En los últimos años, los abogados de Maeso han solicitado la libertad condicional del facultativo y la suspensión de la condena argumentando su avanzada edad, las enfermedades que padece y el riesgo de contagio de Covid-19 en la prisión. El tribunal ha rechazado estas solicitudes al no observar tales riesgos alegados. Hasta ahora.
HOMICIDIO IMPRUDENTE Y LESIONES
En 2007, la Audiencia de Valencia sentenció a Juan Maeso a una condena de 1.933 años de prisión como autor de 275 delitos de lesiones, sancionados con 7 años de cárcel cada uno, y 4 delitos de homicidio imprudente, castigados con dos años de prisión cada uno. Asimismo, se le impusieron indemnizaciones a las víctimas, que oscilaban entre los 49.065 euros para la viuda e hijos de un afectado, y los 150.000 euros para los herederos de cada uno de los cuatro afectados fallecidos, así como cantidades globales de 60.000, 75.000, 90.000 y 120.000 euros para ciertos grupos de víctimas.
El tribunal también lo condenó a compensar con casi un millón de euros a los afectados y declaró responsable civil subsidiaria de todas las indemnizaciones a la Conselleria de Sanidad.
El día anterior a su ingreso en prisión, Maeso concedió una entrevista en Telecinco en la que afirmó ser inocente y que todo el proceso había sido «un montaje». También argumentó que su genotipo había sido manipulado, ya que no todas las víctimas se habían contagiado con el mismo genotipo que él.