¿Ligar en Mercadona o gran estrategia de marketing?

¿Ligar en Mercadona o gran estrategia de marketing?

El fenómeno viral de "La Hora de Ligar en Mercadona" evidencia cómo las tendencias en redes sociales pueden alterar la imagen de una marca y generar retos inesperados.

 

El reciente fenómeno viral conocido como «La Hora de Ligar en Mercadona» ha captado la atención tanto de consumidores como de expertos en marketing. Lo que comenzó como una broma en TikTok, invitando a las personas a ligar en los supermercados Mercadona entre las 19:00 y 20:00 horas, ha evolucionado en una tendencia real. Los usuarios se identifican colocando una piña boca abajo en sus carritos como señal de que están disponibles para conocer a alguien.

Este fenómeno pone de relieve el poder del contenido generado por usuarios (CGU) y su capacidad para influir en la percepción de una marca y su operación diaria.

“El CGU puede transformar la narrativa de una marca de maneras que muchas veces escapan al control de la empresa”, explica Olga Llopis, socia directora de Comuniza. “Es una herramienta de marketing poderosa, pero también conlleva riesgos importantes.”

Para Mercadona, la viralidad de «La Hora de Ligar» ha supuesto un dilema. Por un lado, ha incrementado su visibilidad y reforzado su presencia en la conversación pública. Por otro, ha generado retos operativos, afectando la experiencia de compra de los clientes habituales y la gestión en las tiendas, donde se han reportado agotamiento de productos y comportamientos disruptivos.

Este caso resalta la necesidad de que las marcas estén preparadas para reaccionar rápidamente ante tendencias virales que puedan influir en su imagen y funcionamiento. «Las marcas deben ser flexibles y reactivas en un entorno donde los consumidores tienen el poder de influir en la narrativa», señala Llopis. «La autenticidad y la capacidad de adaptación son esenciales en la era del CGU.»

En última instancia, el fenómeno de «La Hora de Ligar en Mercadona» demuestra que, en el mundo digital actual, las marcas deben aceptar que ya no tienen el control absoluto de su mensaje.

“El éxito de las marcas en este nuevo paradigma dependerá de su habilidad para navegar en un entorno donde los consumidores lideran la conversación”, concluye Llopis, experta en branding.