Gecen asegura que acudirá a la Fiscalía si los chiringuitos de la costa castellonense se abren y no se respeta la coexistencia del uso hostelero y medioambiental.
El grupo ecologista Gecen señala que los chiringuitos de las playas del Gurugú y El Pinar de Castelló tienen que reubicarse o empezar su actividad a partir del día 1 de julio y ha avisado que lo llevará de nuevo a la Fiscalía si el Ayuntamiento no acepta la coexistencia del uso hostelero y medioambiental que el PATIVEL demanda.
Gecen ha indicado en un comunicado recogido por Castellón Diario que, en lugar de ejecutar acciones de gestión y preservación del chorlitejo patinegro, «como indica la legislación», desde el Consistorio,
Se promueve el uso hostelero incompatible con la biodiversidad.
Desde la asociación insisten en que se debería ir más allá de las exigencias de PATIVEL (Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral de la Comunitat Valenciana) de abrir los locales de la playa a partir del 1 de julio y según refieren, deberían retrasar esta apertura para el día 15 de Julio. El grupo ecologista recuerda que es a partir de esta fecha cuando el chorlitejo negro, realmente termina con su periodo de nidificación de la especie.
La asociación ecologista señala que,
El Ayuntamiento se desvive por atender los intereses privados de los negocios de hostelería.
Por otra parte, también han recordado que las playas afectadas por las utilizaciones de actividades comerciales de hostelería, el Gurugú y El Pinar, tienen administrativamente registrado su valor ecológico y han añadido que,
El PATIVEL cataloga estas playas como U2 por el uso que hace en periodo de nidificación la especie de ave Charadrius alexandrinus, chorlitejo patinegro.
Según Gecen, El PATIVEL determina las actividades y las fechas en las que los chiringuitos pueden entrar en marcha. Por tanto, apuntan que, para que sean conformes con la subsistencia de la especie, se ha señalado la fecha de montaje y utilización de los chiringuitos a partir del 1 de julio.
Con la apertura de los chiringuitos de la playa de Castellón a partir de esta fecha; se van a evitar en lo posible las interferencias antrópicas que inducen la pérdida de las obligaciones ambientales que requiere el chorlitejo.
Los ecologistas advierten que la carencia de gestión medioambiental de las playas, cuya finalidad debe ser la protección de la especie, «supone, en contextos de fuerte presión antrópica, la reveladora pérdida temporal de la capacidad de acogerla».
