AVA-ASAJA y Benihort solicitan la participación de todas las administraciones para implementar un conjunto de medidas más allá de la caza, que contribuyan a mitigar el exceso de población de estas especies silvestres.
La superpoblación de fauna salvaje, especialmente de jabalíes, está generando preocupación entre los agricultores. En la localidad de Benicarló, en el norte de la provincia de Castellón, manadas cada vez más numerosas de jabalíes están atacando los campos de sandías en busca de agua y comida. Estos animales consideran las sandías como un manjar, lo que agrava la situación. Así lo ha informado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) en un comunicado.
El delegado de AVA-ASAJA en Benicarló y productor de la cooperativa agrícola Benihort, Eduardo Arín, ha advertido sobre el grave perjuicio económico causado por la fauna salvaje, ya que la escasez de sandías ha aumentado su precio.
En temporadas anteriores, los precios en origen llegaron a caer hasta los 0,10 o 0,15 euros por kilo, pero actualmente el precio en el campo alcanza el euro por kilo, es decir, hasta diez veces más.
Este incremento se debe a la falta de oferta en varias comunidades autónomas, debido a los problemas de floración y cuajado causados por las adversidades climáticas durante la primavera.
En Benicarló, en particular, la anomalía climática ha reducido a la mitad la producción esperada, pasando de 15 millones de kilos a apenas 7 u 8, a pesar de que la superficie cultivada se mantuvo respecto al año anterior. Eduardo Arín ha expresado su impotencia al ver cómo las cosechas serán aún más cortas debido a los jabalíes. Ha afirmado que el problema de la fauna salvaje está empeorando y que, si no se encuentra una solución, afectará a todos, no solo a los agricultores, sino a toda la sociedad.
AVA-ASAJA y Benihort solicitan la participación de todas las administraciones para implementar un conjunto de medidas más allá de la caza, que contribuyan a mitigar el exceso de población de estas especies silvestres. El objetivo es garantizar un equilibrio poblacional que concilie la preservación del medio ambiente con las actividades humanas en el medio rural.