En 'Secretos de alcoba', el observador se transforma en protagonista y "la vulnerabilidad del artista se mira a los ojos con la vulnerabilidad del espectador".
El festival Sagunt a Escena desafía a su audiencia este miércoles en el Teatro Romano de Sagunto con una propuesta participativa en la que los y las asistentes se transforman en sujetos activos del espectáculo de la artista de la ‘performance’ Ana Esmith, quien en su ‘alter ego’ Miss Beige, rinde tributo a todas y cada una de las heroínas de la Grecia tradicional y comparte sus ‘Secretos de alcoba‘ con la audiencia.
Miss Beige aparca por una noche las redes sociales para protagonizar este espectáculo, que va a celebrarse a las veintidós y treinta horas, en el Teatro Romano de Sagunto.
La artista plantea a la audiencia asistir al espectáculo en camisón para compartir su lecho en la representación.
La obra es un tributo a todas y cada una de las heroínas griegas que han pasado por el Teatro Romano: Penélope, Antígona, Hécuba, Andrómaca, Lavinia, Ariadna, Dido, Electra, Medea, Clitemnestra, Fedra, las amazonas, las troyanas, las persas, las bacantes, las suplicantes… Todos estos mitos femeninos de la antigua Grecia y la Roma tradicional van a ser representados por Miss Beige.
Miss Beige es una declaración de intenciones. Deseamos poner en valor no solo todo el relato que acompaña al personaje creado por Ana Esmith, sino más bien asimismo su presencia en un festival como Sagunt a Escena. Apostamos por los nuevos lenguajes escénicos y llevamos la performance por vez primera al escenario del Romano, con la meta de apelar de manera directa el espectador, de invitarlo a la participación y a meditar sobre todo lo que puede pasar (o no) cuando cae la noche y Miss Beige invita a yacer en cama para pasar de ser observador a sujeto observado.
Ha destacado la directiva artística del festival, Inma Expósito.
En ‘Secretos de alcoba‘, el observador se transforma en protagonista y «la vulnerabilidad del artista se mira a los ojos con la vulnerabilidad del espectador», apunta la Generalitat en un comunicado. La artista no instruye a sus acompañantes, no les solicita, de forma tácita o explícita, que sean obedientes, sino «les ofrece libertad y ahí es donde reside el vértigo de esta ‘performance’, que promete una noche de incorrección política, ironía y belleza fuera de los cánones».
«Va a depender del espectador lo lejos que desee ir cuando se sienta provocado. Los límites los pone el espectador y las reflexiones asimismo, mas ya es hora de poner al público, si así lo quiere, en una situación que no sepa supervisar. El observador asimismo deberá jugar y arriesgar», avanza Ana Esmith.
