Uno de los principales cometidos del lenguaje es el de facilitar la comunicación humana y el entendimiento entre las personas. De los primeros pueblos en comprender sus grandes beneficios fueron los romanos, ya que impusieron, como norma fundamental, el uso del latín en todo el Imperio, unificando, de esa forma, el entendimiento entre los habitantes...
Uno de los principales cometidos del lenguaje es el de facilitar la comunicación humana y el entendimiento entre las personas. De los primeros pueblos en comprender sus grandes beneficios fueron los romanos, ya que impusieron, como norma fundamental, el uso del latín en todo el Imperio, unificando, de esa forma, el entendimiento entre los habitantes del mismo.
Posteriormente, otros muchos dirigentes mundiales, principalmente de signo socialista o comunista, al ver la eficacia que tenía la manipulación del lenguaje para deformar la realidad y ganar cuotas de poder, se pusieron manos a la obra para hacerse los magnates de la manipulación.
Han llegado a un dominio tal de la técnica de deformación lingüística que se han convertido, y en nuestros días lo estamos sufriendo, en auténticos maestros. Hasta incluso son capaces de cambiar el significado de una frase escribiendo una cosa y queriendo decir otra. Pero van más allá: se inventan palabras inexistentes que llegan a convertirlas en un axioma para todos.
Vemos algunos ejemplos. Empezaremos por uno de rabiosa actualidad la palabra “desescalada”. Inexistente en el Diccionario de la Academia de la Lengua, el aparato “monclovita” lo ha impuesto y todo el mundo utiliza una palabra que no significa nada. Lo más triste es que los medios de comunicación, lo usen de manera alegre y desenfadada. Además, para bajar, primero hay que subir, ¿o no?
Para no decir, por ejemplo, que la economía está decreciendo, se usa “crecimiento negativo”. Una auténtica falacia, ya que un crecimiento nunca puede ir a menos, salvo que uno sea socialista.
Siguiendo con el tema económico, cuando un país entra en recesión, se le llama “desaceleración” que suena menos dramático.
Parece que los políticos han inventado la “cita previa”, pues bien, ¿alguien me puede explicar cómo se pide una cita anterior?. Sencillamente es imposible, todas las citas son previas, pero parece que queda mejor. Es como si dijéramos “cadáver muerto”.
Normalmente, cuando alguien interrumpe algo, significa que puede reanudar lo que se ha visto cortado. Por eso se usa “interrupción del embarazo” en vez de simplemente “aborto” o ¿es posible reanudar el embarazo tras abortar?
Con el tema del clima, las acepciones rozan el paroxismo. Se ha pasado, en poco espacio de años, a adaptar el lenguaje que dictara la corrección política o los intereses del momento.
Hemos pasado de la inmediata desaparición de los casquetes polares, a la desaparición de la capa de ozono, siguiendo por la contaminación producida por los gases emitidos por los animales, continuando por el aumento de la temperatura o del nivel de las aguas, la desertificación del universo, el calentamiento global y, ahora como último dogma de fe a la “emergencia climática”
Semejante vaivén de hechos catastróficos, se han sucedido en un corto espacio de tiempo, cuando de todos es sabido, al menos eso pensaba yo, que cualquier variación (y las ha habido a lo largo de la historia de la Humanidad), ha tardado cientos o más bien miles de años en producirse. Si no hubiera pingües beneficios económicos en este tema esto ni pasaría. Y sino, que se lo pregunten a Al Gore y a los padres de Greta Calzas Largas.
La memoria, por el simple hecho de ser memoria tiene que ser histórica. O acaso ¿conocen ustedes algún tipo de Memoria Futura?. ¿Pueden ustedes ser capaces de recordar algún hecho que aún no se haya producido? Lo que pasa que para el ideario socialcomunista suena mejor.
Cuando allá por el pasado siglo, Benito Mussolini, fundó el Partido Nacional Fascista (1921), poco podía imaginarse que el nombre dado a sus componentes iba a ser santo y seña de todos los comunistas del mundo. Han conseguido que la palabra “fascista” sea sinónimo de demócrata y luchador por la libertad. Otro éxito más de la corrección política.
La historia ha demostrado que todas las colectivizaciones llevadas a cabo por el comunismo durante el pasado siglo XX, llevaron a las mayores hambrunas sufridas por la Humanidad, lo que se tradujo en millones de muertos, en nombre del proletariado. Pero los socialcomunistas piensan que, al estar en contra de la libertad individual, como buenos stalinistas, incluir a las personas que ellos consideran en un grupo heterogéneo es lo mejor. Lo mejor para los dirigentes que los mantienen domesticados y bajo sus designios.
¿Ustedes creen que las necesidades, metas, objetivos, etc. son los mismos para gays, lesbianas, transexuales y otras personas ahí incluidas? Pues no, lo que demuestra el miedo patológico que tienen a las libertades individuales.
Un conjunto de personas o cosas que tienen características generales comunes forman “un género”, pero claro también aquí se han apoderado de la palabra y han retorcido su significado los liberticidas. Según ellos, sólo son los hombres (y sobre todo si es blanco, heterosexual, cristiano y español) capaces de realizar asesinatos “de género” que según estos dictadores del lenguaje, significa que mata sólo por el hecho de que su víctima sea una mujer.
Y esto nos enlaza con la “mayor lacra que cada día va a más”, nos estamos refiriendo, según los manuales “Calveros” o “Monteriles” a las reivindicaciones feminazis de acabar con ello, a pesar del incremento salvaje de las subvenciones con las que son regadas, y que provienen de su dinero y el mío. Si cada día el problema va a más, ello tiene que significar que, años atrás era mínimo o no existía. ¿Igual en los años 50, 60 y 70 era inapreciable?
Y cabrían muchos ejemplos más, así como el canibalismo de nuestro idioma por el inglés y el denigrante servilismo que están demostrando los medios de desinformación. Será en futuros artículos.
Mientras que, por desgracia y escarnio, las Comunidades Autónomas, han entrado en una denigrante competición, como si se tratara de un Campeonato, sobre las cifras de fallecidos y quién lo está haciendo mejor. Para ponerse a llorar. Tienen que luchar por salvar vidas y olvidarse de los números, ya que esos guarismos son seres humanos y tienen familiares.
¡DESCANSEN EN PAZ!
No dejaremos de luchar por su memoria.
VIVA ESPAÑA