Se espera que la base valenciana siga creciendo a medida que este organismo internacional incorpore la digitalización y la inteligencia artificial al desarrollo humano, en aras de preservar la paz y la seguridad internacionales.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha informado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de que la base de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Quart de Poblet (Valencia) contará con más de 750 empleados al finalizar este año. Además, ha anunciado la expansión de las instalaciones con una adición de 12.000 metros cuadrados gracias a una inversión de 25 millones de euros.
Albares y Puig se reunieron en la tarde de este martes en el Palau de la Generalitat, donde discutieron sobre la proyección internacional de la Comunitat Valenciana. Durante la reunión, se abordaron proyectos como la gigafactoría de Volkswagen, el crecimiento del turismo y las instituciones internacionales que se han establecido en la región, según detallaron fuentes de Presidencia.
En esta línea, cabe destacar que la base de Quart de Poblet se está convirtiendo en el «hub tecnológico de la ONU», y se resalta que estas instalaciones tienen como objetivo convertirse en un auténtico campus digital de la ONU y un referente mundial en ciberseguridad y servicios digitales.
Esta apuesta por la base de Valencia ha llevado a que Unicef y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hayan comenzado a trasladar sus departamentos de computación personal a estas instalaciones.
Se espera que la base valenciana siga creciendo a medida que este organismo internacional incorpore la digitalización y la inteligencia artificial al desarrollo humano, en aras de preservar la paz y la seguridad internacionales, según informan fuentes de Presidencia.
En este sentido, Puig ha destacado la «coherencia entre los gobiernos» con el objetivo de generar «mayores oportunidades de inversión en la Comunitat Valenciana». Además, ha señalado las «buenas perspectivas de futuro» para la autonomía y ha expresado su compromiso de seguir trabajando en áreas de interés común con el Ministerio de Asuntos Exteriores, así como aprovechar la presidencia española de la Unión Europea para abordar los «asuntos pendientes» con una actitud de apertura y voluntad de cooperación.