Destacan mejoras en conexión del "camino de la Vall" con CV-230, donde lluvias causan arrastre de tierra.
La Consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salome Pradas, visitó el tramo de la CV-230 que, el pasado 28 de diciembre, sufrió un desprendimiento de rocas . Este incidente resaltó la necesidad de realizar mejoras en esta vía, propiedad de la Generalitat y que conecta Soneja con Xilxes, pasando por Azuébar, Alfondeguilla y la Vall d’Uixó en la provincia de Castellón.
Tras retirar las rocas caídas, durante los últimos meses se ha trabajado en la estabilización de los taludes. Estos trabajos obligaron a cerrar la circulación durante dos días el pasado mes de abril para su finalización.
Además de la estabilización de los taludes, se están llevando a cabo otras acciones para mejorar la CV-230, como parte del programa liderado por el Consell de Carlos Mazón para mejorar las comunicaciones en las zonas del interior mediante infraestructuras adecuadas.
Entre estas acciones, explica la consellera Pradas, se planea habilitar un cambio de sentido en el kilómetro 14-350 mediante el acondicionamiento del antiguo trazado de una curva muy cerrada. También se ampliará la continuidad de las cunetas de seguridad entre los puntos 16-170 y 17+000 para reducir los riesgos en caso de salida de la calzada, así como las intersecciones con varios caminos. Por último, se destacan las mejoras en la conexión del «camino de la Vall» con la CV-230, donde las lluvias provocan un importante arrastre de tierra a la calzada. Todas estas acciones representan una inversión de 425.000 euros.
Salomé Pradas resaltó que estas actuaciones «contribuyen a la cohesión territorial y son un claro compromiso de este Consell por dotar a nuestras comarcas del interior con infraestructuras y servicios adecuados». En este sentido, mostró el compromiso del Consell «para que las comarcas del interior dispongan de los mismos servicios y oportunidades que el resto de la Comunitat Valenciana». Concluye.