El pasado domingo se produjo la muerte de un compañero de la Policía Nacional, en un servicio más, en un día más, en una intervención más , de las tantas y tantas que seguramente realizó en su propósito de Servir y Proteger al ciudadano tal y como juró el día de su nombramiento como agente de policía.
Ahora, a toro pasado, es fácil para todos, saber que no fue el cuchillo del vecino, sino que ha sido un disparo fortuito del arma de su compañero .
Qué fácil es, desde un sillón dar una explicación a la tragedia, pero que difícil es la actuación en un momento de tensión, de estrés , para el que no has sido entrenado.
Y así, no es raro ver compañeros que se cruzan en las líneas de tiro de unos y de otros, compañeros que no saben qué hacer con su arma, ¿disparo o no?, ¿qué hago?, ¿dónde apunto?,….
A lo largo de mis 35 años de servicio he sido testigo de tales circunstancias y todo ello se debe a que se nos pone en la calle sin el entrenamiento suficiente, sin la preparación adecuada para estos momentos de estrés que se han de resolver en segundos y que pueden acabar con la vida de algún inocente.
Quiero ponerme en el lugar del compañero al que se le escapó el disparo mortal.
No, señor ministro, dispararle a una diana no te capacita para enfrentarte a un hombre armado y que avanza para matarte y al no saber qué hacer, el miedo te incapacita para actuar correctamente.
NO, NO HA SIDO CULPA TUYA COMPAÑERO, HA SIDO CULPA DEL MINISTRO DEL INTERIOR QUE NO HA DADO LAS ÓDENES OPORTUNAS PARA QUE SE DESTINEN MEDIOS SUFICIENTES PARA NUESTRO ENTRENAMIENTO REAL Y EFECTIVO ANTES DE PONERNOS EN LA CALLE.
Compañeros, no dejéis de entrenar situaciones reales, porque, como veis, os va la vida en ello y no le importa a nadie.
Mateo
Policía Local y Presidente Asociación Policías por la Libertad
Mail: presidente@policiasporlalibertad.com
