Establece metas de huella de carbono para el mantenimiento y conservación de 99,119 kilómetros de carreteras, que incluye varios tramos de la A-7.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha anunciado una licitación por valor de 11 millones de euros (IVA incluido) para un contrato de servicios destinado a la conservación y operación de un tramo de 99 kilómetros de carreteras estatales en la provincia de Castellón, incluyendo 20 kilómetros de autovías. El correspondiente anuncio será publicado próximamente en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La duración del contrato inicial es de 3 años, con la posibilidad de extenderse por 2 años adicionales y una prórroga adicional máxima de 9 meses.
Este contrato incluye requisitos orientados a promover la eficiencia energética y la reducción de emisiones, y se enmarca en el programa del Mitma destinado a mantener las condiciones de circulación, la viabilidad y la seguridad en la Red de Carreteras del Estado (RCE), garantizando su accesibilidad en condiciones adecuadas para todos los ciudadanos.
El objetivo principal del contrato es llevar a cabo el mantenimiento y la conservación de un tramo de 99,119 kilómetros de carreteras pertenecientes al sector número 1.
Este tramo incluye diversos segmentos de la autovía A-7, que se extienden desde el kilómetro 274,010 hasta el kilómetro 284,000, incluyendo la Variante de la Vilavella, así como varios tramos de las carreteras CS-22, N-340, N-340A, N-225, y la conexión de la CS-22 con la N-225.
Además de las carreteras mencionadas, el contrato también contempla la ejecución de trabajos de rehabilitación superficial del firme entre los kilómetros 953,000 y 955,500 de la carretera N-340, ubicados en el término municipal de Nules.
Dentro de la estrategia de reducción de emisiones y mejora de la eficiencia energética, los pliegos de licitación de los contratos de conservación y explotación (COEX) de la Red de Carreteras del Estado incluyen objetivos específicos de mitigación y compensación de la huella de carbono. Esto implica que las empresas que participen en la licitación deberán calcular la huella de carbono que se generará durante la ejecución del contrato en cada tramo de carretera.
Además, estas empresas se comprometerán a presentar un plan de descarbonización durante los primeros seis meses de vigencia del contrato. Este plan deberá incluir medidas para reducir y compensar las emisiones de carbono, con el objetivo de lograr un balance neutro en carbono en un plazo de 5 años a partir del inicio del contrato.
La presentación y cumplimiento de este plan también será considerado en los criterios de valoración para la adjudicación del contrato.
La compensación de emisiones podrá llevarse a cabo a través de proyectos de absorción de carbono registrados en el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de Dióxido de Carbono, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, o mediante otras opciones que cumplan con los requisitos establecidos.
Con estas medidas, se busca reducir las emisiones de aproximadamente 71.640 toneladas de CO2 al año, según estimaciones de la Dirección General de Carreteras, que son generadas por las operaciones de mantenimiento y explotación de la Red de Carreteras del Estado. Además, se refuerza el compromiso del Mitma con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El nuevo modelo de contratos mixtos, que abarcan tanto servicios como obras, para llevar a cabo operaciones de conservación y explotación en la Red de Carreteras del Estado tiene como objetivo proporcionar un servicio integral de movilidad a los usuarios, mejorar el estado de las carreteras y la red vial, y optimizar los recursos públicos.
Estos contratos mixtos engloban una variedad de trabajos relacionados con la vialidad y la conservación ordinaria de las carreteras, con el fin de garantizar que la infraestructura y sus elementos funcionales estén en las mejores condiciones posibles en términos de circulación y seguridad. Estas actuaciones incluyen la programación y gestión de la información sobre el estado de las carreteras, el apoyo a la operación y la realización de estudios de seguridad vial, así como el mantenimiento de los elementos de la carretera con niveles adecuados de calidad.
En el año anterior, se implementaron medidas de eficiencia energética en las instalaciones de servicio, como el uso de autoconsumo, sistemas de calefacción con fuentes renovables, medidas para el ahorro de energía en la iluminación y la incorporación de vehículos eléctricos, como parte de los esfuerzos para reducir el impacto ambiental y promover prácticas sostenibles en la gestión de las carreteras.