El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Castelló ha propuesto una moción en oposición a "los puntos violeta podemitas defendidos por el Partido Popular", su socio de gobierno.
Antonio Ortolá, portavoz del grupo, ha insistido en que quieren sustituir los «puntos violeta podemitas defendidos por el Partido Popular», su socio de gobierno, por puntos de información y seguridad coordinados con el plan de seguridad de las fiestas de la Magdalena. Estos nuevos puntos pretenden ser útiles para toda la ciudadanía, sin que prevalezca en ningún caso su origen, sexo o cualquier otra condición social.
El portavoz ha destacado que la instalación de los puntos violeta «no ha tenido impacto en la disminución de los casos de violencia sexual contra las mujeres». Para respaldar su posición, ha mencionado el ejemplo de Pamplona, ciudad pionera en estos puntos, donde ocurrió el caso de la Manada que condujo a cambios legislativos, como la ley del ‘solo sí es sí’. Según Ortolá, lejos de poner fin a estos lamentables sucesos, esta ley ha desprotegido aún más a las mujeres, reduciendo las penas para más de 1.200 condenados por violencia sexual y liberando a más de 100.
El concejal de Seguridad y Emergencias ha argumentado que los informes de los puntos violeta durante las pasadas fiestas de la Magdalena en 2023 no registraron ninguna atención por agresión sexual. Sin embargo, señaló que la policía atendió numerosos casos relacionados con violencia, abuso de alcohol o drogas, robos y daños al mobiliario urbano.
Ortolá sostiene que «la creación de puntos de información y seguridad coordinados es necesaria dada la diversidad de problemas que surgen durante estas jornadas». Sin embargo, critica los puntos violeta de la izquierda, alegando que:
Son puntos de información sectarios que difunden la visión feminista radical de la lucha de sexos y que sitúan a hombres y mujeres en planos distintos incluso legalmente.
En consecuencia, Ortolá ha explicado que:
El propósito de esta moción es denunciar la medida ideológica impuesta por la izquierda y que el Partido Popular, lejos de reflexionar sobre las ideas resultantes del abandono de la batalla cultural, no solo no cuestiona sino que promueve y utiliza el presupuesto de todos los castellonenses para perpetuarlas.
