Oltra ha llegado este lunes sobre las nueve horas a los juzgados a declarar, en calidad de investigada, en la causa que se prosigue contra ella y otros trece investigados, altos cargos que trabajan en el departamento que dirigía, por la administración del caso de los abusos a la menor.
La exvicepresidenta, exportavoz y exconsellera de Igualdad y Políticas, Mónica Oltra, encara su declaración en el juzgado por el supuesto encubrimiento de los abusos sexuales que cometió su exmarido sobre una menor tutelada y por los que está condenado a 5 años de cárcel «bien, tranquila y serena».
A su llegada a la Ciudad de la Justicia de València, entre aplausos y acompañada de sus letrados, ha atendido a los medios que le aguardaban en la puerta para aseverar que encara su declaración «bien, tranquila y serena». En la sede judicial la aguardaban, entre otros muchos, el miembro del Congreso de los Diputados de Compromís en Les Corts Carles Esteve, la concejal de Compromís Pilar Soriano y el concejal de Movilidad Sostenible
La convocatoria, que se dio a conocer en el mes de julio, se genera una vez que el procedimiento haya regresado al Juzgado de Instrucción número 15 de València, órgano que produjo la investigación, tras la pérdida de aforamiento de Oltra.
En un inicio, en el trascurso de la instrucción, centrada sobre los altos cargos y técnicos, el juez advirtió rastros de delito «racionales, serios y fundados» contra la propia Oltra, que en ese instante era aforada, con lo que se debió inhibir a favor del TSJCV, órgano eficiente para investigar estos procedimientos.
El alto tribunal, tras estudiar el tema, decidió imputar a Oltra y la citó a declarar en el mes de julio al estimar «una serie de rastros plurales» que hacían sospechar la posible existencia de un concierto entre la exvicepresidenta y distintos funcionarios,
Para resguardar a su entonces pareja o resguardar la carrera política de la aforada.
No obstante, días después la exvicepresidenta decidió abandonar sus cargos públicos, incluida el acta de Diputada, con lo que perdió el aforamiento. De esta forma, la causa retornó al juzgado original, que la ha convocado a declarar este lunes.
Concretamente, en este procedimiento se estudia el supuesto encubrimiento de los abusos sexuales que padeció en un centro una menor tutelada, de entonces catorce años, a manos del exmarido de Oltra entre los años dos mil dieciséis y dos mil diecisiete. El educador fue condenado a 5 años de cárcel en una resolución ratificada por el TSJCV. Está pendiente el recurso interpuesto frente al Tribunal Supremo.
Tras la condena, la menor denunció la situación en la que se había encontrado a lo largo de la tramitación de la causa y desde el juzgado se abrió una nueva investigación judicial que ha derivado con la imputación de Oltra.
La exvicepresidenta anunció en una conferencia de prensa el veintiuno de junio que dejaba sus cargos pues, conforme afirmó entonces,
No deseaba que se pararan las políticas del Gobierno del Botànic a causa de un caso que va a pasar a la historia de la infamia política, jurídica y mediática de este país.
Manifestaba entonces a la vez que agregaba,
Me voy con la cara bien alta sabiendo la infamia que esto, mas asimismo con los dientes apretados, bien apretados.
Declaró.
LAS PREGUNTAS DEL JUEZ
El juez instructor del procedimiento estimaba en su escrito al TSJCV que hay rastros «racionales, serios y fundados» de la participación de Oltra en los hechos investigados ya que, a su juicio,
Nos encontramos frente a un expediente administrativo o una información reservada indiciariamente ordenada por Oltra, no orientado sino más bien a desacreditar a la menor e interferir en un procedimiento penal en curso en el que su marido era el investigado.
El juez cuestionaba primeramente que desde el comienzo se haya intentado quitar verosimilitud a la menor, desprotegida y tutelada por la Generalitat; y que las psicólogas no abordasen con ella el tema de los abusos pues no fue preguntada por el tema de manera directa.
Asimismo ponía de manifiesto, entre otras muchas cuestiones, que la Conselleria decidiese, «incomprensiblemente», no derivar a la pequeña al Servicio de Atención Psicológica especializado para valorar a víctimas de abusos sexuales y que se hiciese constar en un informe que la pequeña recurría a la mentira frecuentemente.
Con este «nulo bagaje», seguía el juez, a efectos de investigación, se dio por cerrado el tema y se restituyó al educador a su puesto. Y solo tras cerrada «la investigación» se le solicitó su versión de los hechos.
El instructor se preguntaba asimismo por qué ni tan siquiera se notificó de los hechos a la Fiscalía para su perseverancia en el Expediente de Protección de la menor.
Las preguntas se elaboran a nivel meramente retórico y revelan una administración por los profesionales que se califica por sí misma.
Puntualiza.
INVESTIGACIÓN «SUPERFICIAL»
Por su lado, la fiscal que estudió el tema en el TSJCV coincidió con el instructor en que se hizo una investigación «superficial», interna, en la que se percibía indiciariamente una línea de ocultamiento de los hechos.
A la luz de las actuaciones podría aducirse que algún funcionario, técnico, psicólogo, etc, se confundió, pero, ¿todos?; ¿todos se confundieron?. Se deduce, a nivel indiciario, la existencia de una indicación de actuación por la parte de todos, autoridades, funcionarios y personas intervinientes de reducir la relevancia y esconder los abusos.
Señalaba en su escrito la fiscal superior del TSJCV.
«ACOSO DE LIBRO»
En frente de ello, Compromís, el partido de Oltra, ha subrayado el «acoso de libro» que, a su juicio, ha perpetrado la extrema derecha contra la exvicepresidenta, y ha sostenido,
En muchas ocasiones en la vida cuando pasa el tiempo, la verdad se va poniendo en su lugar.
La acusación particular en el procedimiento está ejercida, entre otros muchos, por el líder de España 2000, José Luis Roberto, y la exdirigente de Vox y presidente de Rige-te, Cristina Seguí.