Por precaución, el consistorio ha establecido una delimitación en la zona más peligrosa y recomienda evitar el paso cerca de la chimenea.
El Ayuntamiento de Morella ha decidido restringir el acceso a la plaza del Tint, donde se encuentra la emblemática chimenea, debido al peligro de desprendimientos. La zona ha sido delimitada para evitar que los transeúntes se acerquen, y se recomienda precaución y evitar el paso por las proximidades de este monumento que evoca la época industrial de la ciudad.
Aunque la situación de la chimenea no es nueva y se encuentra en un estado comprometido desde hace varias décadas, la reciente lluvia ha motivado que el consistorio busque la opinión de un arquitecto especializado para evaluar el estado real del monumento. Tras conocer la primera valoración del estado de la chimenea por parte del área de patrimonio de la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, se ha confirmado el peligro de desprendimientos, lo que ha llevado a la decisión de perimetrar la zona para garantizar la seguridad de la población.
El miércoles de esta semana, los técnicos de patrimonio realizarán una visita al lugar para buscar soluciones inmediatas. El trabajo conjunto entre el consistorio y la conselleria busca actuar de forma urgente en los próximos días para recuperar la actividad en la plaza del Tint, que también alberga una zona de juegos infantiles. Esta área ha sido clausurada temporalmente por precaución, según se ha informado en un comunicado del Ayuntamiento.
El alcalde de Morella, Bernabé Sangüesa, ha señalado que, aunque aún se desconoce el estado exacto de la chimenea, los técnicos han marcado las zonas de perimetración necesarias. En este sentido, ha comentado que se están buscando informes sobre el posible seguimiento realizado a la estructura, ya que no se ha encontrado documentación que certifique que se haya hecho una revisión previa.
El edil explicó que la prioridad ahora es actuar con rapidez para evitar nuevos peligros y desprendimientos, con el objetivo de poder reabrir la zona una vez que la estructura esté asegurada. “Debido a la dana teníamos miedo a la posible afección de las lluvias en la conservación de la estructura, y fue entonces cuando solicitamos una revisión por parte de arquitectos especializados en patrimonio. Lo primero que hicimos fue reunirnos con los vecinos y vecinas del bloque de viviendas Julià Prats 2B, los más cercanos a la chimenea, para explicarles la situación y tomar las medidas de prevención que nos marcaron los técnicos”, explicó Sangüesa.