La coalición recuerda que desde 2014 no se ha exigido a las sociedades ninguna responsabilidad “todo muy del estilo del PP y PSOE”
El senador de Compromís, Carles Mulet, ha denunciado la connivencia de los gobiernos de PSOE y PP “por no haber propiciado ni una sola investigación a fondo en las cámaras para esclarecer las responsabilidades que pudieran existir en el fiasco del proyecto energético Castor”. Recientemente se ha oficializado el bloqueo y la censura en el Senado, para eludir tramitar la solicitud de 25 senadores favorables a la creación de una comisión de investigación de esta infraestructura que tuvo un coste superior a los 1.500 millones de euros, que no funcionó en ningún momento y generó medio millar de terremotos que afectaron a las poblaciones situadas en el entorno del Delta del Ebro.
“Todo ello es muy estilo del PP y PSOE, las puertas giratorias y su autodecisión de situarse del lado de estas compañías insensibles y mercenarias que solo buscan exprimir el dinero público y de la gente, en vez de situarse junto a la parte de la cadena más débil, como son los ciudadanos, los abonados al gas y en defensa del dinero público”, ha señalado Mulet.
El senador recordó que en 2024 se exime de la responsabilidad a ESCAL UGS y que, mientras tanto “el Gobierno y especialmente el principal partido que lo compone, parece estar usando la dilación en adoptar medidas para depurar responsabilidades, para conseguir esta extinción de responsabilidades”.
Mulet ha recordado que “con el PP en 2017 la comisión de investigación que pidió Compromís se tramitó y el PP la tumbó en el Pleno. Lo más fascinante es que la aprobaron todos los grupos con la excepción de PP y Foro y las únicas abstenciones de PNV y UPN. Ahora es el PSOE quien la bloquea en la presente legislatura, para no tener que mojarse, con una evidente falta de democracia, conscientes que podría salir adelante si votara a favor como lo hizo en 2017”.
El senador ha recordado la necesidad de esclarecer las responsabilidades existentes con esta infraestructura energética hibernada fallida, por la que se pagaron miles de millones a pesar de no haber superado las pruebas de funcionamiento ni contar con el acta de puesta en servicio definitiva, como consecuencia de los episodios sísmicos que provocó.