¿El final de la "plandemia"?
Hasta hace pocas fechas, no se veía el final de la «plandemia» pero, y como por arte de magia, el conflicto surgido en el este de Europa y, según todos los medios de desinformación habituales, originado por el presidente ruso Wladimir Putin (parece ser que ni la UE, ni la OTAN, ni los EEUU, ni Ucrania tienen nada que ver) ha finiquitado de un plumazo con todo el covid y sus distintas olas y/o variantes.
De repente, ni en los periódicos, ni en las radios, ni en las televisiones, se ha vuelto a nombrar nada referente, a la ómicron, a la delta o a ninguna otra cepa, cosa que no habían logrado ni Pfizer ni Moderna a pesar de los miles de millones comprados de sus fármacos. Ahora ya no se informa de nada de la «plandemia». Siguiendo la moda, «lo que no sale en la tele, no existe».
Gracias, Wladimir, dos años buscando salir del problema sanitario que atenazaba nuestro país y gran parte del mundo y, en una semana el ruso ha conseguido suprimirlo. Sólo falta que le den un cargo en la OMS y pongan al lado suyo como asesores a Bill Gates y George Soros,
Pero no durará mucho la alegría ya que un bar de Zaragoza, en el colmo de la valentía y solidaridad, ha decidido cambiar el nombre de la “ensaladilla rusa” por el de “ensaladilla Kiev”, en apoyo del pueblo ucraniano. Tras esto es de esperar que el presidente ruso retire inmediatamente todas sus tropas y, no se descarta que se retire del cargo. Los iluminados son del Mesón Martín.
Pero, centrémonos en el «bicho». Diversos estudios clínicos están demostrando que la inmunidad natural es mucho más duradera que la proporcionada por las inoculaciones genéticas. Según aparece en los estudios, los individuos que se vacunan dos veces no tienen ninguna protección contra la variante ómicron. Les dejo el enlace del estudio:
Los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) en USA, se niegan a retirar el uso de las mascarillas o bozales en los niños. Ante la evidencia del deterioro en el lenguaje y sus problemas de convivencia con otros niños, además de tener un desempeño deficiente en habilidades motoras y comunicación en general.
A continuación, verán el enlace a la noticia:
Ante la que se le venía encima, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha revocado la Ley de Emergencia, lo que demuestra que las protestas han acabado con la dictadura covidiana en ese país, o por lo menos están en vías de acabar con las restricciones. Aquí lo podrán ver:
Mientras tanto, en España, la gran mayoría de la gente sigue usando el bozal/mascarilla en cualquier circunstancia. Les han inoculado el miedo en dosis letales y están convencidos de que si pueden respirar a pleno pulmón la muerte les acechará enseguida.
Son incapaces de ver que, por ejemplo, en la entrega de los premios Goya, todos los políticos y miembros de la farándula cinematográfica, que pagamos todos vayamos o no al cine, se fotografiaban a cara descubierta, menos Joaquín Puig que llevaba el cráneo tapado por un peluquín. Cómo se les ocurra decir que eso es una recomendación de los expertos, ya estamos yendo a comprar una peluca.
Pero todo el resto de personal sobre todo los trabajadores del local y los camareros tenían que ir con la cara tapada como si fueran auténticos apestados. Otra cosa curiosa es ver por ejemplo en el Congreso de los Diputados, el político que sube al estrado, o aquel que se coloca delante de un micrófono está exento de taparse el rostro, Que alguien me explique como hacen para desinfectar esa zona y crear un microclima libre de virus, mientras en e resto del hemiciclo hay que usar bozal.
Les dejo un enlace del genial «murciano encabronao» que explica esto y otras cosas curiosas.
https://www.youtube.com/watch?v=acAIp8fwUnQ&t=288s
No se preocupen, van a seguir dominándonos por el miedo. Pasan de un terror a otro, sin descanso y sin tregua.
¿Se acuerdan del volcán de La Palma? Ha desaparecido del imaginario popular, ignorando si las ayudas han llegado a los damnificados.
Ahora han aparcado los millones (¿) de asesinados de los colectivos LGTBXY*. Igual también es cosa de Putin
Esperaran a apartar el conflicto de Ucrania, cuando ya lo tengan exprimido y entonces pasarán o una nueva «plandemia», que nos tenga acojonados.
No se preocupen, películas de terror tienen más que en la historia de Hollywood: La amenaza nuclear, el cambio climático, la perspectiva de género, la extrema derecha, los señores González Pons y Feijóo, el General Franco, Santiago Abascal, Donald Trump y muchos más.
Recordaremos siempre a Putin que el solito, sin ayuda de ningún laboratorio farmacéutico ha sido capaz de acabar con la «plandemia». No se si habrá hecho méritos para optar al Nobel de Medicina.
¿Hasta cuándo seguiremos dejando que nos engañen?