No importa lo que hayas aprendido mientras vomites contenido

No importa lo que hayas aprendido mientras vomites contenido

Si estás en época de exámenes me has entendido a la primera.

 

Ya ha llegado, ya está aquí: es el tiempo de los exámenes. Ese temido momento donde, sin importar lo que realmente hayamos entendido o aprendido, todo nuestro esfuerzo se reduce a plasmar una gran cantidad de contenido en tiempo limitado.

Suena injusto, pero no solo es injusto, también es obsoleto.

Y si como yo, estudias Pedagogía, resulta una contradicción con los propios estudios. Todo bien (nótese la ironía). Desde el sistema educativo nos hablan de inclusión, de nuevas formas de aprender y enseñar, de conectivismo… Pero sigue siendo una carta la que decide la suerte de quién se examina, ignorando la forma en la que cada persona ha logrado adquirir el aprendizaje o ha procesado la información.

En la última semana varias personas me han pedido que hable de los exámenes, del estrés que supone, de lo injusto que es. Me cuesta, básicamente porque estas semanas las vivo entre la procrastinación y el hiperfoco, tratando de no olvidar el resto de las obligaciones del día a día. No tengo técnicas ni consejos, solo respiro (que es un detalle importante).

Nos enfrentamos a una forma de evaluar -la de siempre- que ignora la diversidad del estudiantado, que limita el aprendizaje a una capacidad mecánica de memorización, que no valora la comprensión profunda, la creatividad y el pensamiento crítico.

Me pregunto:¿cómo pude un sistema tan absolutamente obsoleto y rígido preparar para un mundo en el que cada vez necesitamos más apertura, flexibilidad y adaptabilidad?

La forma de medir conocimientos y aprendizaje no los está midiendo, o no lo hace como debería. No valora el proceso, ni reconoce que las personas no aprendemos por igual, ni da espacio a distintas formas de expresión o comprensión.

Ojalá tengamos un futuro educativo distinto, donde no importe cuanto contenido seamos capaces de memorizar y vomitar, sino cuanto realmente entendemos y aplicamos en la vida.

Mientras, mucha suerte. Sobrevivamos a estas semanas, eso ya es un logro.

M Cinta Marí Marco.

Estudiante del grado de Pedagogía en la UNED