Las ocho religiosas de la comunidad de Carmelitas del monasterio de San José, en Castellón, han elegido a la madre Ana María Ortigosa nueva priora por un periodo de tres años.
El acto ha estado presidido por el Obispo, mons. Casimiro López Llorente, y también ha asistido el visitador diocesano de la vida contemplativa, Joaquín Guillamón. La madre Ortigosa ingresó en el Carmelo a los 17 años en 1960, y su lema es estar entre sus hermanas como la que sirve: “Le pido al Señor su ayuda para servir como él”, declaraba la misma tarde.
El servicio de priora consiste en “cuidar a las hermanas a nivel espiritual y material, estando a disposición de ellas y de todo lo que necesitan”. Al ser preguntada sobre los objetivos para este trienio, responde con gran sencillez: “El seguimiento del Señor en el devenir de cada día. Vivir como somos”. Y la madre Ana María Ortigosa añade: “Aquí no estamos para nosotras, sino para el bien de todos y sobre todo para alabanza y gloria del Señor”.