La ola de solidaridad generada tanto en las comunidades afectadas como en el resto del país ha provocado el desbordamiento de numerosos centros logísticos.
Los servicios de emergencia, que continúan con las labores de rescate y desescombro en Valencia, se enfrentan aún, nueve días después de las devastadoras inundaciones causadas por la dana, a escenarios catastróficos e inimaginables. A estos esfuerzos se han sumado efectivos de todo el país, avanzando gradualmente en la reconstrucción de infraestructuras y con algunos servicios, como centros de salud y educativos, comenzando a restablecerse. Además, empiezan a aflorar los testimonios de personas gravemente afectadas que, gracias a los trabajos de desescombro y limpieza, ya ven los frutos de los esfuerzos realizados por los servicios de emergencia y los miles de voluntarios que han intervenido (alrededor de 50.000 en los primeros días, según los expertos).
El saldo provisional de víctimas mortales por la DANA asciende a 219, siendo la mayor parte (211) en la Comunitat Valenciana, 7 en Castilla-La Mancha (6 en Letur y 1 en Mira), y 1 en Andalucía. El número de desaparecidos se eleva a 93, aunque todavía quedan muchos cuerpos por identificar (53 según el último balance).
La solidaridad desatada en las comunidades afectadas y en el resto del país ha provocado que muchos centros logísticos se encuentren desbordados, ante la creciente cantidad de ayuda que se está trasladando a los municipios y personas damnificadas. Como respuesta, algunos ayuntamientos y asociaciones están instando a frenar las donaciones materiales y priorizar las contribuciones económicas a las cuentas habilitadas para ello.
El Boletín Oficial del Estado ha publicado hoy la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil para Valencia y las demás áreas afectadas, lo que agiliza la entrega de ayudas a los damnificados. Este decreto incluye ayudas para cubrir daños personales, materiales en viviendas y enseres, y para las corporaciones locales, establecimientos industriales, mercantiles y de servicio. Es parte del primer paquete de medidas del Gobierno central, que asciende a 10.600 millones de euros e impacta en 78 municipios (75 en la Comunitat Valenciana, 2 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía), con la posibilidad de ampliarse a otras localidades.
Más de 500 arquitectos se han inscrito en la bolsa creada por el Colegio de Arquitectos de Valencia para colaborar con los ayuntamientos de la zona y la Generalitat, llevando a cabo inspecciones gratuitas de los edificios afectados en más de una decena de localidades. Estos profesionales destacan la importancia de garantizar la estabilidad y seguridad de las estructuras para restaurar la habitabilidad de viviendas, locales comerciales y equipamientos públicos.
En cuanto al ámbito laboral, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha informado que ya hay 1.923 trabajadores protegidos por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en Valencia debido a los efectos de la dana. Díaz ha subrayado que este mecanismo de la reforma laboral «funciona».
Una estimación inicial de los efectos en el sector agrario realizada por la Unió Llauradora i Ramadera calcula que las pérdidas por los daños causados por la dana podrían ascender a unos 816 millones de euros.
En Valencia, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha instado a los conductores a evitar las carreteras V-30 y V-31, donde el tráfico es muy denso, y ha informado de retenciones kilométricas desde primeras horas de la mañana. Además, siguen en vigor las restricciones de movilidad en algunas vías de la provincia.
Los esfuerzos de rescate continúan, y la pasada noche un helicóptero del Ejército de Tierra logró evacuar a dos personas de avanzada edad y a sus mascotas desde una casa aislada cerca del río Magro (en Valencia). Los helicópteros, especialmente modelos como el Chinook, han sido cruciales en las labores de rescate y desescombro, ya que son los únicos medios capaces de acceder a zonas inaccesibles y trasladar vehículos atrapados en los cauces de los ríos, en lugares donde las grúas no pueden llegar debido al estado impracticable de muchas infraestructuras y caminos.