Aunque las víctimas no presenten ninguna clínica, se recomendará denunciar los casos de pinchazos por el hecho de que son asimismo un delito penal.
La Conselleria de Sanidad ha remitido a los departamentos de salud el nuevo protocolo de actuación para actuar ante los casos de posible sumisión química, que incluye las sospechas de pinchazos, en el que se establece un procedimiento ordenado de actuación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (FFCCSE).
De esta forma, el departamento que dirige Miguel Mínguez complementa el Protocolo de atención integral, sanitaria y judicial a víctimas de agresiones sexuales de la Comunitat, que data de dos mil diecinueve, con un apartado concreto de actuación ante sospecha de sumisión química dado «la notable relevancia» que ha adquirido este fenómeno en los últimos tiempos «por el aumento de los casos y su esencial influencia social y sanitaria».
La meta es establecer un procedimiento ordenado de actuación entre profesionales sanitarios y cuerpos y fuerzas de seguridad del estado para la atención de posibles víctimas de sumisión química, garantizando así los derechos de la persona y facilitando una contestación integral, que incluye asimismo profilaxis posexposición frente al VIH y otras enfermedades por el uso de las agujas y ante nosologías de transmisión sexual si además de esto ha habido un contacto sexual.
El nuevo documento establece que se va a deber informar a la víctima de la conveniencia de formalizar demanda para seguir el proceso, aun «en el caso de solamente haber recibido un pinchazo sin clínica de ningún género, ya que este asimismo es un delito penal». Si decide denunciar, se contactará desde Emergencias con las fuerzas de seguridad y en los casos de un diagnóstico de sospecha confirmado de sumisión química se comunicará al Juzgado de Guardia.
La sumisión química consiste en la administración de sustancias con efectos psicoactivos a una persona, sin su permiso y sin su conocimiento, con fines delictivos, sobre todo para atentar contra su la libertad sexual. En la mayor parte de los casos, las víctimas son
mujeres, y las más frágiles son las más jóvenes.
Se han descrito más de treinta sustancias implicadas en casos de sumisión química, el alcohol etílico y los hipnóticos son las más frecuentes.
De esta manera, la Conselleria establece un procedimiento de actuación normalizado y homogéneo para la detección clínica y atención frente a la sospecha de sumisión química y lograr que la intervención médica asistencial y, si procede, la intervención de medicina forense sea «lo más precoz posible e independiente de la formulación anterior de la demanda por la parte de la víctima».
Así, en el caso de una atención ambulatoria la posible víctima de sumisión química se remitirá al servicio de emergencias del centro hospitalario, al tiempo que la atención extrahospitalaria de un posible caso se reducirá a lo rigurosamente preciso para eludir demoras y duplicidad en la exploración y en el relato de los hechos, puesto que se ha de remitir sin demora al hospital.
Frente a la llegada a un centro hospitalario de una persona que declara haber sido víctima de posible caso de sumisión química, o solamente de un «pinchazo», el jefe de la Guardia va a ser responsable de regular y asegurar el cumplimiento del presente protocolo. Además de esto, se remarca que tanto si confirma tal y como si se descarta la agresión sexual, la víctima va a ser atendida en un área donde se le pueda asegurar la mayor privacidad posible.
RECOGIDA DE MUESTRAS
La primera cosa que van a hacer los facultativos va a ser la recogida de muestras para tóxicos, puesto que son desaparecen con el tiempo, se especificarán los síntomas y se registrará el consumo voluntario de fármacos o cualquier clase de sustancias psicoactivas por la parte de la víctima que puedan enmascarar los síntomas propios de la intoxicación delictiva.
La atención incluirá una exploración física y un una parte de lesiones. Frente a la sospecha de que además de esto ha habido una agresión sexual se contactará con el Servicio de Ginecología y el Médico Forense de Guardia, se notificará a las FFCCSE y se activará el Protocolo para estos casos.
Sanidad remarca que se debe asegurar «la trazabilidad, autenticidad e integridad» de las primeras muestras logradas por el centro sanitario ya que pueden ser formar una prueba.
Además de esto, se valorará administrar a la víctima profilaxis frente al VIH y VHB, y en los casos de sospecha de contacto sexual se le practicará también una prueba de embarazo y profilaxis antibiótica para infecciones de transmisión sexual, como estudiar la necesidad de una profilaxis antitetánica.
Conforme la sintomatología que se presente, se va a decidir si precisa o no ingreso hospitalario y la pertinencia de derivación a otros recursos asistenciales. En cualquier caso, se remitirá para su siguiente control y seguimiento por atención primaria o hospitalaria, si necesitara profilaxis post exposición.