Smith ha criticado las declaraciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, en su última visita a Castelló.
El Vicepresidente de Vox, Javier Ortega Smith, ha afirmado este miércoles que está convencido de que el candidato de su partido a la Alcaldía de Castelló, Antonio Ortolá, y el resto de la candidatura,
Revertirán de verdad cualquier intento de la izquierda sectaria y de la derecha acobardada para seguir restringiendo derechos y libertades a todos los españoles, y también en la ciudad de Castellón.
Ortega Smith, que ha manifestado estas declaraciones ante al lugar donde se retiró la cruz del parque Ribalta de Castelló, asimismo ha destacado que no hay mejor lugar para comenzar lo que será una precampaña «muy interesante», en la que, según él, mostrarán «las mentiras y las contradicciones» de los oponentes.
Además, Smith ha criticado las declaraciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, en su última visita a Castelló, donde, según el dirigente de Vox, dio «lecciones sobre lo que no se debe hacer y lo que no se debe tolerar, y se atrevió a decir que no toleraría una ‘Almendra central’ de restricciones, imposiciones y multas que están arruinando a comerciantes y hosteleros.» Ortega Smith ha afirmado, que «creo que se han equivocado en el término, deberían llamarla la ‘Almeida central’, ya que al final es una copia descarada de esa terrible imposición de multas y restricciones que significa la ‘Almeida central’ en Madrid», ha agregado.
Creemos que la ciudad de Castelló no se merece la imposición de esa agenda climática fanática que al final convierte a las ciudades en un apartheid para los que no son ricos, para aquellos que no pueden permitirse un coche eléctrico de 40.000 o 50.000 euros, para aquellos que tienen que seguir desarrollando su vida con una pequeña furgoneta que les da el pan para sus hijos llevando el trabajo a sus negocios y se les priva de una parte importante de la ciudad.
Cuando se le preguntó si Vox pactaría con el PP en Castelló, Ortega Smith ha indicado que su formación ha seguido la regla de «no darle agua a la izquierda» en España y ha agregado que, en lo que dependa de Vox, «no habrá ni un solo gobierno municipal, autonómico ni de España en el que tenga oportunidad de entrar la izquierda y sus políticas».
CRUZ DEL RIBALTA
En cuanto al traslado de la cruz del parque Ribalta, el vicepresidente de Vox ha señalado que se trata de «un símbolo de lo que representan la izquierda más sectaria y la derecha más cobarde, se trata de los que pisotean los derechos más básicos de los españoles, que no les importa pisotear el derecho a la libertad de opinión, a la libertad religiosa, a la libertad de cátedra, y en definitiva a la libertad de pensamiento, y por ende, a los valores más fundamentales de cualquier régimen que quiera parecerse a un régimen democrático».
Aquellos que odian en definitiva la libertad y la democracia y aquellos que solo quieren imponernos su visión sectaria de la historia.
En esta línea, Ortega Smith ha subrayado las palabras del presidente de Vox, Santiado Abascal, «que ha dicho una y mil veces que vamos a reconstruir todo lo que están destruyendo y volveremos a levantar todo lo que han tumbado, por supuesto, también aquellas cruces que representaban y representan la reconciliación de los españoles frente hechos tristes de nuestra historia como fuera una guerra entre hermanos.
El vicepresidente de Vox ha puntualizado que la cruz del parque Ribalta se resignó en 1079 en el Consistorio «diciendo que era contra todo tipo de violencia, y eso lo votaron todos los partidos, asimismo los de la izquierda que con tanta saña han querido tumbar esta cruz, pensando que con ello van a tirar el sentimiento de millones de españoles sobre su fe o sobre sus ganas de reconciliación».
No lo van a conseguir, su odio va a tener una respuesta, que será la de la inmensa mayoría de los españoles que nos queremos mantener unidos y en libertad.
Ha aseverado.
Al ser preguntado acerca de los insultos que se generaron durante la retirada de la cruz del Ribalta, Ortega Smith ha concretado que a ellos no les parece bien ningún insulto; y ha recalcado que, a diferencia del Partido Popular, Vox no desea retocar ni reformar la Ley de Memoria Democrática, sino derogarla porque – conforme ha precisado- al igual que otras leyes «no ayudan a la concordia de los españoles».