Una vez que el presidente logró subir al coche, un grupo de vecinos arrojó palos y piedras contra el vehículo, impactando con fuerza el capó y los cristales.
En una jornada marcada por la tensión, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue evacuado durante su visita a la localidad de Paiporta tras recibir un golpe en la espalda con un objeto que parecía un palo. Los incidentes ocurrieron en medio de un ambiente hostil, donde un grupo de vecinos comenzó a gritar consignas como «asesinos», reflejando su descontento con la situación que atraviesan.
Ante este hecho, el equipo de seguridad evaluó rápidamente el riesgo que enfrentaba Sánchez, decidiendo retirarlo de la comitiva. Inmediatamente, sus guardaespaldas lo escoltaron hacia el vehículo mientras la multitud continuaba increpándolo, persiguiéndolo y tratando de golpear el coche en un clima de creciente agitación.
Una vez que el presidente logró subir al coche, un grupo de vecinos arrojó palos y piedras contra el vehículo, impactando con fuerza el capó y los cristales.
La visita también contó con la presencia del rey Felipe VI y la reina Letizia que tuvo que ser atendida tras recibir un golpe en la nariz con una bola de barro.
A pesar del clima tenso, intentaron establecer un diálogo con los jóvenes que se acercaban a ellos. Sin embargo, el rey, visiblemente afectado por la situación y con su abrigo manchado tras haber recibido bolas de barro, continuó su recorrido por una de las calles principales de Paiporta, donde interactuó con algunos de los vecinos indignados, acompañado por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón que también recibió el ataque con bolas de barro.
La tensión alcanzó su punto máximo cuando, al intentar subir a su coche oficial, un vehículo todoterreno negro, Sánchez se vio rodeado por manifestantes que expresaban su frustración con gritos de «dimisión» y «asesinos».
Los momentos de angustia se intensificaron cuando, una vez que el presidente logró entrar en el coche, un grupo de vecinos lanzó palos y piedras contra el vehículo, golpeando con fuerza el capó y los cristales. La agresión fue tal que uno de los coches de la comitiva presidencial terminó con las lunas destrozadas, evidenciando el nivel de furia que había acumulado la comunidad tras días de crisis y desastres en la localidad.
Tanto Pedro Sánchez como el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se convirtieron en el blanco de la ira de los ciudadanos, quienes llevaban días lidiando con las consecuencias de la tormenta DANA que había azotado la región. La situación, cargada de emociones, reflejó el descontento acumulado entre los vecinos, quienes sintieron que sus voces no eran escuchadas ni atendidas.
Fotografía portada:RR.SS.
