La carencia de ventilación en la construcción colapsada había reducido un cuarenta por ciento la capacidad portante de los materiales.
Un minuto de silencio ha recordado este jueves en Peñíscola (Castellón) a las víctimas mortales del derrumbe registrado hace un año en la urbanización Font Nova de la localidad, que costó la vida a un menor de catorce años y a una mujer de cincuenta y cuatro, miembros de una misma unidad familiar.
El Consistorio, al lado de los vecinos de la urbanización perjudicada, han participado en una concentración y minuto de silencio en memoria de las víctimas, cuando se cumple un año de los hechos, un tiempo en el que, conforme apunta el consistorio, se ha seguido manifestando el apoyo a los perjudicados por el derrumbe.
El primer edil, Andrés Martínez, ha querido rememorar y resaltar la cooperación del conjunto de administraciones y servicios de emergencias a lo largo de y tras el incidente y ha trasladado, representando a todo el pueblo de Peñíscola, su solidaridad a las familias de las víctimas.
El derrumbe del edificio se registró sobre las veinte horas del veinticinco de agosto del pasado año, aunque los cuerpos de los fallecidos, que habitaban en un apartamento del primer piso, no fueron localizados hasta horas después y tras un duro trabajo de los bomberos, cuando recibieron el visto bueno para el desescombro. Otro joven más fue localizado con vida y pudo ser salvado por los servicios de emergencias, con los que había conseguido comunicarse.
Todos formaban una parte de una unidad familiar: la mujer fallecida era pareja de un hombre que no se hallaba en la casa en ese instante. El hijo de ella fue el salvado con vida al tiempo que el de él murió en el siniestro.
El arquitecto técnico municipal y el de la Generalitat definieron el derrumbe como,
La caída de un castillo de cartas cuando le quitas una carta.
Conforme notificó en su día el alcalde, Martínez.
INFORME SOBRE EL ESTADO DE LA VIVIENDA
Tras el derrumbe, la Conselleria de Vivienda efectuó un informe que es parte del proceso. El director general de Calidad, Rehabilitación y Eficacia Energética, Alberto Rubio, ha explicado,
En la inspección advirtieron que los muros del edificio eran considerablemente más altos y largos de lo previsto en los planos, y que había deficiencias estructurales que reducían la capacidad portante de los materiales.
Rubio ha explicado que las cámaras sanitarias del edificio no tenían ventilación, lo que, unido a su proximidad a una zona de jardines, hizo que acumularan humedad que menguaba la capacidad y el estado de los materiales. El directivo general ha insistido en la necesidad de ventilar estos espacios, que se hallan en la parte baja de las construcciones.
Conforme descubrieron, la carencia de ventilación había reducido un cuarenta por ciento la capacidad portante de los materiales. Rubio ha señalado que la construcción ni tan siquiera llegaba a la antigüedad desde la que se debe comprobar (cincuenta años), mas ha incidido en la relevancia del mantenimiento.
Así, ha subrayado que hay que aceptar que las edificaciones «requieren mantenimiento».
Es como un vehículo, aunque lo termines de adquirir, a los 6 meses vas a que te lo examinen, no te esperas hasta el momento en que deba pasar la ITV.
Ha concluido.