Los ediles se presentaron minutos antes de la sesión plenaria con la boca tapada por tiras de color azul, a modo de "mordaza".
Los nueve concejales de Compromís en el Ayuntamiento de València llevaron a cabo una llamativa performance el viernes pasado para denunciar la acción del Partido Popular (PP) de desalojarlos de la casa consistorial y negarles los despachos interiores, obligándolos a trasladarse a otro edificio. Además, expresaron su descontento por la reducción de comisiones destinadas a ejercer la oposición, pasando de seis a cuatro.
En esta protesta, los ediles se presentaron minutos antes de la sesión plenaria con la boca tapada por tiras de color azul, a modo de «mordaza». El portavoz de Compromís, Joan Ribó, explicó a los medios de comunicación,
Esta actuación tenía como objetivo denunciar la falta de condiciones para ejercer una oposición efectiva en el consistorio y la restricción de libertades que el PP impone al grupo Compromís.
Ribó destacó que la reducción de comisiones representa un recorte significativo en la capacidad de control de la oposición sobre el gobierno del PP. También se quejó de que la oposición fuera trasladada fuera del ayuntamiento, en comparación con tiempos anteriores, cuando se les asignaba locales dentro del edificio municipal, incluso durante el mandato de la alcaldesa Rita Barberá.
Una vez iniciado el pleno, Ribó insistió en que su formación política no ha recibido el mismo trato que ellos dieron cuando estaban en la oposición. Criticó que el PP relegue a la oposición fuera del Ayuntamiento, aislando al grupo de Compromís. En su opinión, esta medida representa una manera poco sutil de silenciarlos.
El portavoz del grupo municipal socialista, Borja Sanjuán, recordó a los miembros del PP que durante su mandato, su grupo tenía despacho en la casa consistorial, al igual que Vox y Ciudadanos. Criticó la actitud del PP al desalojar a la oposición del edificio, señalando que esto refleja una forma cuestionable de entender la democracia y el gobierno.
Ante estas críticas, el portavoz municipal del PP, Juan Carlos Caballero, respondió alegando,
Los concejales de Compromís querían mantener los despachos que los ciudadanos valencianos les habían negado.
Según él, su deber es estar en la oposición sin exigir privilegios, lo cual considera que es la principal preocupación de Compromís. Caballero afirmó que el espacio en el edificio es limitado y que no hay posibilidad de proporcionar más despachos. También justificó la reducción de comisiones como un ajuste necesario para mejorar la eficiencia en la atención a los servicios públicos.
La performance llevada a cabo por los concejales de Compromís en el Ayuntamiento de València representa una llamada de atención y una protesta contra el trato que consideran injusto por parte del PP en la distribución de espacios y recursos para ejercer su labor de oposición.
