La Unió Llauradora sostiene que las autoridades comunitarias están ignorando el riesgo de la entrada de nuevas plagas en Europa.
La Unió Llauradora ha denunciado que las interceptaciones de cítricos con plagas o enfermedades de cuarentena han aumentado un 41% respecto al año anterior, pasando de 199 rechazos en 2023 a 141 en 2024. Este aumento ha sido especialmente notable en los países del Mercosur (Argentina, Brasil y Uruguay), donde los rechazos han subido un 178%, pasando de 36 detecciones en 2023 a 100 en 2024.
Los datos sobre las interceptaciones de cítricos importados en la Unión Europea durante 2024 vuelven a ser «escandalosos».
Este incremento de rechazos ocurre precisamente cuando ya existe un acuerdo político entre la UE y Mercosur, pendiente de la aprobación por parte del Consejo y Parlamento Europeo y de la ratificación de los Estados miembros. LA UNIÓ considera que las autoridades comunitarias están obviando el riesgo de entrada de nuevas plagas en Europa, especialmente en un contexto en el que la balanza comercial agraria entre Mercosur y España es claramente deficitaria en cítricos, tanto frescos como en zumo, con una diferencia a favor de los países de Mercosur de 58.297 toneladas métricas. Además, la Unión Europea ha acordado la liberación arancelaria para los cítricos de los países del Mercosur, lo que permitirá un acceso preferencial o exención total en la entrada de estos productos a los mercados europeos.
Entre las plagas y enfermedades detectadas en los cítricos importados a lo largo de 2024, destacan la Falsa Polilla (Thaumatotibia leucotreta), Mancha Negra (Phyllosticta citricarpa), Cancro de los Cítricos (Xanthomonas) y Sarna de los Cítricos (Elsinoe), todas ellas plagas letales para la citricultura europea. Estas plagas no están presentes aún en la citricultura de la UE, lo que pone de manifiesto que algunos países no están ofreciendo las garantías sanitarias necesarias en sus envíos.
LA UNIÓ insta a las autoridades de la Unión Europea a incrementar la presión inspectora, realizar más controles en origen y adoptar el tratamiento de frío para aquellos países que no puedan garantizar la seguridad sanitaria de sus envíos, como es el caso de algunos países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia), así como Egipto, Sudáfrica, Zimbabue, Botswana y Suazilandia.
Este aumento de interceptaciones se da en un contexto en el que los productores de cítricos de la UE ya enfrentan un sobrecoste agronómico considerable debido a las plagas recientemente introducidas. Según cálculos de LA UNIÓ, las últimas seis plagas que han entrado en los últimos 15 años han incrementado los costes de producción en un 40%, desestabilizando el manejo agronómico, que debe actualizarse continuamente para adaptarse a la constante aparición de nuevas plagas. En este momento, ya se están observando los efectos de dos de las plagas más recientes: la araña Banksi y el Trips sudafricano, que ya ha sido detectado en cultivos de cítricos, caqui y granado en la Comunitat Valenciana.
El secretario general de la Unió Llauradora, Carles Peris, subraya,
Cada plaga o enfermedad que entra en nuestro territorio es una auténtica ruina para nuestra citricultura. Cuesta mucho dinero al sector y a las Administraciones para su control, y nuestros gobernantes en todas las instancias deben ser conscientes de ello.
Peris también lamenta que “estamos combatiendo muchas plagas y cada vez con menos medios de control y vamos sumando otras como la última del Trips sudafricano o las que puedan ir entrando”. Por ello, reclama que la Unión Europea tome en serio esta situación y adopte medidas urgentes como el tratamiento de frío en aquellos países que no puedan garantizar la seguridad sanitaria de sus envíos, y que se endurezca el tratamiento para Sudáfrica, donde ya se ha implementado.
En este sentido, LA UNIÓ también pide a Bruselas que endurezca el tratamiento en frío, especialmente para los cítricos sudafricanos, asegurando que se cumpla rigurosamente el procedimiento aprobado para los envíos de naranjas, y que esta medida se extienda también a mandarinas y pomelos, ya que representan el mismo riesgo fitosanitario.
Por último, LA UNIÓ considera que deben establecerse cláusulas espejo en los acuerdos con países terceros, empezando por el acuerdo con Mercosur. La organización también sugiere que los cítricos europeos sean considerados como producto sensible en estos acuerdos. Según LA UNIÓ, los productos que llegan de terceros países deben cumplir con los mismos estándares de producción que los exigidos en la UE, tanto en lo que respecta a regulaciones fitosanitarias, como en normativas de bienestar animal, medioambientales y laborales.