La coalición de la izquierda transformadora destaca su papel en el Gobierno para impulsar una reactivación con una mirada sostenible y su trabajo para ampliar las viviendas municipales
El grupo municipal de Podem-EUPV en el Ayuntamiento de Castellón ha realizado este viernes un balance de su acción del gobierno del último curso político, el primer ejercicio completo de la legislatura , en el que ha mostrado su satisfacción «por poner las bases para avanzar en las políticas transformadoras». Los concejales Fernando Navarro y María Jesús Garrido y la coordinadora del Consejo de Coordinación de la coalición, Silvia Peris, han subrayado el blindaje del Acuerdo de Fadrell como garantía para hacer frente a las crisis climática y sanitaria, y han destacado el inicio de la hoja de ruta para reconociliar a la ciudad con su entorno natural y ayudar a la reactivación desde los sectores agroalimentario, energético, rehabilitación y agua. También han resaltado las acciones desarrolladas para frenar los desahucios, ampliar el parque público de vivienda y la lucha contra los fondos buitre.
«Menos buitres y más chorlitejos». Con este mensaje, la responsable del Consell de Coordinación ha definido el trabajo de la confluencia, en referencia a las políticas de conservación ambiental y promoción de hábitats saludables y a la gestión contra los fondos buitre. Ha expuesto el papel de «engranaje y responsabilidad» de Podem-EUPV en el Acuerdo de Fadrell y la importancia del pacto de izquierdas para combatir la crisis por la pandemia. «Afrontamos una situación complicada que nos obliga a todos a centrar los esfuerzos en garantizar la cobertura social y en prepararnos para gestionar los fondos de reconstrucción de la Unión Europea, una inversión pública inédita que se presenta como una oportunidad para impulsar un Castellón más cuidador y sostenible», ha afirmado Silvia Peris, que ha mostrado su confianza en cerrar en breve el presupuesto municipal de 2021.
El concejal de Transición Ecológica ha resaltado la estrategia para «reconciliar la ciudad en el entorno natural» y ha aseverado que «se ha empezado a desarrollar una labor por la que el ayuntamiento ha dejado de dar la espalda al medio ambiente».
Ha explicado el programa de Castellón en Verde. El primer bloque contempla el plan de reactivación agroalimentario, que «puede ser estratégico en los fondos de la UE», ha señalado Navarro, que ha mencionado, entre otras políticas llevadas a cabo en 2020, la activación del Consejo Agrario y de Sostenibilidad Municipal, el plan de formación agroecológica, los estudios del plan director del Parque Agrario, la puesta en marcha de un huerto comunitario en San Lorenzo, la ordenanza de venta directa para garantizar la Feria de la Naranja, la bonificación en el IBI rústico, la inclusión de la ciudad en la Red de Ciudades por la Agroecología, la campaña de Compra Proximidad para fomentar el consumo de producto local, y la obtención de una subvención de la Generalitat de 500.000 euros para reformar la Cámara Agraria.
En materia de conservación del territorio y del ciclo integral del agua, el regidor ha destacado la apuesta por impulsar una nueva cultura del agua que la valore como un ecosistema y ha citado el proyecto de restauración de la Marjaleria de Rutas del Agua, con un presupuesto de 1,2 millones de euros, las obras de mejora de evacuación en el Pinar y en la depuradora. También el proyecto de mejora de los hábitats del chorlitejo en las playas del Serradal y el Gurugú en colaboración con la sociedad de ornitología de Seo birdlife.
En calidad ambiental, el concejal se ha referido a los trabajos desarrollados junto a la Universidad Politécnica de Cataluña y el Instituto Técnico de Cerámica para promover el plan de calidad del aire, que espera que se sustancien este año, y la reivindicación al Consell para la instalación de una estación en el entorno del colegio la Marina del Grau, que se confía que esté en los próximos meses.
Por último, en transición energética, ha expuesto las gestiones en el marco del Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía, que tiene el objetivo de reducir las emisiones de C02, y los trámites para crear comunidades de autoconsumo energético, que permitirían a comunidades de vecinos gestionar su propia energía fuera del mercado de las grandes comercializadoras.
Por su parte, la concejala de Vivienda, María Jesús Garrido, ha sostenido el esfuerzo realizado en 2020 por la Oficina Municipal de Vivienda para ayudar y asesorar a las personas con problemas en el acceso a la vivienda en el contexto de la pandemia, frenándose temporalmente desde el Protocolo Municipal Antidesahucios el 90 % de los desahucios notificados por los juzgados el pasado año, o ayudando en la gestión de las 914 ayudas al alquiler concedidas por la Generalitat.
Garrido se ha referido al plan de compra pública y la próxima adquisición de 10 viviendas, una actuación que con 1,8 millones de coste comprende el grueso del presupuesto del área; así como a la nueva bolsa de alquiler social, que incluye incentivos para los propietarios para movilizar arrendamientos asequibles.
Un hito importante, ha continuado Garrido, ha sido el desarrollo del Plan Estratégico de Vivienda, una hoja de ruta para ampliar las viviendas públicas, intervenir en el mercado del alquiler y movilizar pisos vacíos de grandes propietarios. Asimismo, el apoyo a la denuncia presentada a la Conselleria de Vivienda por el Sindicato de Inquilinos contra el fondo buitre Témpore que opera en el Raval Universitario, que puede derivar en el primer expediente sancionador contra una sociedad de alto riesgo.
Para 2021, ha avanzado la inclusión de Castellón en la Xarxa Xaloc de la Conselleria de Vivienda, que incrementará en cuatro personas la plantilla de la Oficina de Vivienda y reforzará las políticas de atención social y rehabilitación; la aprobación de un servicio externo para potenciar la gestión de las viviendas municipales, así como la apuesta de la concejalía en incrementar el parque de viviendas municipal a través de la promoción pública.