Esta vacuna express no se sabe a ciencia cierta la efectividad que tiene ni sus efectos secundarios a largo plazo. Todo esto entra dentro del paquete de las cosas light y que hacen negocio rápido. Seguimos cuestionando que en el mundo haya libertad para recibir información y también libertad para publicarla. La cosa no parece...
Esta vacuna express no se sabe a ciencia cierta la efectividad que tiene ni sus efectos secundarios a largo plazo.
Todo esto entra dentro del paquete de las cosas light y que hacen negocio rápido.
Seguimos cuestionando que en el mundo haya libertad para recibir información y también libertad para publicarla. La cosa no parece del todo clara.
Los quebrantahuesos financieros están hoy al frente de la primera guerra bacteriológica de la historia abriendo válvulas donde se sienten controlando la situación y cerrándolas en caso contrario.
Ellos quieren el poder absoluto y para ello necesitan el control total , disponen de títeres que suelen cumplir a rajatabla muy bien su trabajo disciplinando a las poblaciones.
No les importa un carajo la economía ni tampoco la salud , quieren que mucha gente muera y otras se vayan al traste y así al pasar un año los que queden estén sometidos.
Por supuesto , ellos quieren el sometimiento de las poblaciones.
La mano invisible del monstruo va asfixiando sin que nadie aparentemente pueda verla. Es la mano que continúa con los deshaucios , quitando a las gente de sus puestos de trabajo, matando a gente , todo como siempre pero ahora mas sutil.
En el año de la Covid los ricos son ahora mas ricos gracias al corona y los pobres mas pobres.
Los magnates agradecerán a su nuevo benefactor Covid 19 que sus arcas ahora estén mas repletas.
Las grandes fortunas han multiplicado sus bienes , esos mismos que
se dan el alarde de «pronosticar» futuros desastres.
Vaya , vaya espectáculo.
El esperpento está servido en bandeja.
Y los políticos les garantizan a estos ultramillonarios las ganancias pero con total garantía.
En esa lista millonaria hay grandes «donantes» , defraudadores y esclavista de niños en países pobres.
Así la «democracia» queda en nada.
Al que no le garantizan mucho es al hombre a pie de calle.
No está claro que las «soluciones» de confinar y recluir a la gente así como las restricciones sean para aislar el virus, ya que una vez terminada la exigencia el virus sigue ahí , esto parece claramente que está hecho para otra cosa.