El concejal del Grupo Municipal Popular y representante del distrito Norte, Juan Carlos Redondo, se hace eco del malestar vecinal en los Grupos San Agustín y San Marcos en relación a la “rotonda de juguete, más propia de Lego o Pinypon, que no de una infraestructura a la altura de una entrada principal a una capital de provincia”.
“La obra pretendía mejorar la seguridad vial y se ha acabado convirtiendo en un peligro para el tráfico, los autobuses se quedan enganchados en la nueva mini rotonda, los camiones están obligados a maniobrar para efectuar el giro además de invadir el carril contrario como hemos comprobado en la visita junto al presidente de la Asociación de Vecinos San Agustín y San Marcos, Francisco Cabañero”, explica.
“Estamos ante un nuevo ejemplo de que la alcaldesa, Amparo Marco, no escucha, no ve y no atiende a la voluntad ciudadana, gobierna de espaldas a los vecinos quienes pedían una rotonda única con amplios carriles para absorber el tráfico habiendo espacio suficiente y no el ‘parche’ de inseguridad vial por el que se ha optado que además sale muy caro. Mucho nos tememos que al final tendrán que reconsiderar su postura, por lo que acabarán siendo un despilfarro las actuaciones que el Ayuntamiento ha llevado a cabo hasta la fecha”, explica Redondo.
El concejal del Grupo Municipal Popular y representante del distrito Norte, Juan Carlos Redondo, se hace eco del malestar vecinal en los Grupos San Agustín y San Marcos en relación a la “rotonda de juguete, más propia de Lego o Pinypon, que no de una infraestructura a la altura de una entrada principal a una capital de provincia”, señala Redondo. Una actuación urbanística llevada a cabo por el equipo de gobierno que lidera Amparo Marco y que ha costado 155.000 euros a todos los castellonenses, tal y como se desprende del apartado de inversiones financieramente sostenibles.
“Una remodelación urbanística que pretendía mejorar la seguridad vial y la movilidad en la Avenida del Castell Vell, arteria principal de entrada a la ciudad, se ha acabado convirtiendo en una chapuza que es un peligro para el tráfico rodado, 155.000 euros que acabarán tirados a la basura por no cumplir con las garantías de seguridad vial. Los autobuses se quedan enganchados en la mini rotonda de juguete a la altura de la antigua Dusen, los camiones están obligados a maniobrar para efectuar el giro además de no poder evitar invadir el carril contrario como hemos comprobado en la visita realizada junto al presidente de la Asociación de Vecinos San Agustín y San Marcos, Francisco Cabañero”, explica Juan Carlos Redondo.
Para el concejal Popular esta actuación es otro claro ejemplo de que la alcaldesa, Amparo Marco, “no escucha, no ve y no atiende a la voluntad ciudadana, gobierna de espaldas a los vecinos quienes pedían una rotonda única con amplios carriles para absorber el tráfico habiendo espacio suficiente y no la ‘chapuza’ de inseguridad vial por el que se ha optado”. Y añade: “Mucho nos tememos que al final tendrán que reconsiderar su postura, por lo que acabarán siendo un despilfarro las actuaciones que el Ayuntamiento ha llevado a cabo hasta la fecha, 150.000 euros de todos los castellonenses tirados a la basura”, explica Redondo.
Cabe recordar que la Avenida del Castell Vell absorbe diariamente gran cantidad de tráfico por ser una de las entradas principales a la capital y vial de paso hacia la Universidad Jaume I, además de dar acceso a los Grupos San Agustín y San Marcos. “Son los propios vecinos de estos barrios, con el presidente de la Asociación Vecinal al frente los que nos han alertado de su malestar, no entienden cómo se ha podido aprobar una actuación urbanística de estas características, ya que sin estar acabada la obra ya se ven sus deficiencias, basta con estar cinco minutos frente a las dos mini rotondas para ver las dificultades que éstas entrañan para los vehículos, y por tanto, para la seguridad vial”, denuncia Redondo.
El edil Popular pide a la alcaldesa Amparo Marco que aporte soluciones y “no siga generando problemas que acaban costando muy caro a todos los castellonenses, que además sufren las consecuencias de su mala gestión”.
“Esto es lo que ocurre cuando no hay ningún tipo de planificación por parte del gobierno municipal más allá de vender titulares en prensa que acaban siendo solo propaganda y cuando no se tiene en cuenta la participación vecinal, ya que nadie del gobierno municipal ha perdido tiempo en informar previamente a los vecinos de las actuaciones urbanísticas previstas en su distrito”, lamenta Redondo.
Los Populares muestran su apoyo a los principales agraviados, que sufren cada día los trastornos derivados de una actuación urbanística que no cumple con las expectativas de mejorar la seguridad vial y piden una remodelación en las mejores condiciones de fluidez y seguridad, tanto para los vehículos, como para los peatones.