La nueva plaza Mayor de Almassora se ha convertido en referente valenciano de patrimonio y movilidad.
La primera edila de Almassora, Merche Galí, acompañada por la edila de Urbanismo, Carmina Martinavarro, y los técnicos del área, ha recibido esta mañana el segundo galardón en la VII Edición de los premios de la Semana Europea de la Movilidad festejados en el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia con ocasión de la reforma de la plaza Mayor de la Vila y lindantes. La Conselleria de Obras Públicas y Movilidad ha señalado la rehabilitación en el entorno histórico de la localidad como un referente de patrimonio y accesibilidad.
Almassora es el único ayuntamiento de su tamaño premiado en la provincia de Castellón, su candidatura se recogía al lado de la de otros dieciocho municipios de entre veinte y cincuenta mil habitantes de la Comunitat Valenciana. El jurado ha valorado la peatonalización del casco histórico y la puesta en valor de los arcos de la plaza Mayor, así como la mejora de la accesibilidad gracias a la supresión de los bordillos, el cese de los ruidos procedentes del tráfico para facilitar el reposo y la cesión de espacios públicos al disfrute del vecindario.
La consellera de Movilidad, Rebeca Torró, ha señalado,
Este año ha sido la edición con más candidaturas registradas con un total de cuarenta y cuatro proyectos, Castellón, pese a ser la provincia con menos habitantes, ha presentado once acciones municipales. La mitad de todas y cada una las candidaturas están enfocadas a la restauración de espacios para el viandante, como es el caso de Almassora.
Ha aseverado, Torró.
La Vila, clasificada como Bien de Interés Cultural (BIC), es el primer distrito de Almassora que se somete a una peatonalización integral, una iniciativa surgida del Plan de Movilidad Urbana Sostenible tras un largo proceso de participación ciudadana. La fase que corresponde a la rehabilitación de la plaza Mayor y su ambiente, ejecutada por la firma castellonense Conjunto Ravi, ha afectado a dos mil ciento ochenta y siete metros cuadrados con un presupuesto de 430.559,04 euros.
Su cierre al tráfico es una reivindicación histórica de las personas residentes que empezó a materializarse a causa de la consecución de fondos FEDER de la Unión Europea por parte del Consistorio de Almassora.
La transformación ha incluido: pavimento de piedra a un solo nivel para suprimir bordillos y producir amplitud, rotulación sobre el pavimento para informar de edificios clasificados e interés arqueológico, nueva red de drenaje de aguas pluviales y de suministro de agua potable, canalización de red eléctrica y nueva señalización viaria, entre otros muchos.
Por último, Galí y Martinavarro han recogido el premio junto a los técnicos municipales encargados del proyecto, Amadeo Montesinos y Ángel Motos. La rehabilitación cede el protagonismo a los pórticos, únicos en la población, ante la pantalla visual que creaban hasta la data los automóviles aparcados y que apuesta asimismo por la reducción del consumo energético. No en balde, Almassora escogió la Vila como el primer distrito en el que instalar leds, que hoy ya marchan con normalidad en el resto de distritos.