GALERÍA: Las imágenes de San Pedro y de la Virgen del Carmen, navegaron durante unos minutos en las aguas de la dársena pesquera.
El Grao de Castellón ha rendido homenaje al patrón de los marineros con la tradicional procesión que partió de la Iglesia de Sant Pere, recorriendo las principales calles hasta llegar al mar, donde se disfrutó de un castillo de fuegos artificiales.
La alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, asistió a la procesión en honor a la festividad de Sant Pere en la iglesia de San Pedro Apóstol del Grau. Junto a ella, estuvieron presentes la teniente de alcalde del Grau, Ester Giner; la concejala de Fiestas, Noelia Selma; las Reinas de las fiestas de Sant Pere, Clara Museros y la reina infantil, Anaraida Giménez; el presidente, Miguel Valerino, y el presidente infantil, Hugo Mateo, además de las Reinas de las Fiestas, Lourdes Climent y Vega Torrejón.
También participaron la consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas; el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores San Pedro del Grau, Manuel Peña; el presidente de la Autoridad Portuaria, Rubén Ibáñez, y otros concejales del equipo de gobierno, entre diversas autoridades.
Previamente, a las 19 h, tuvo lugar el disparo de la mascletà, que había sido suspendida al mediodía debido a las fuertes rachas de viento. Este espectáculo fue realizado por Pirotecnia Peñarroja.
La comitiva se formó junto a la Iglesia de San Pedro Apóstol y recorrió las calles Churruca, Avenida del Puerto, y Treballadors de la Mar, hasta llegar al recinto de la dársena pesquera. Allí, embarcaron las imágenes de San Pedro y de la Virgen del Carmen, navegando durante unos minutos en las aguas de la dársena.
El final de esta tradicional procesión marítima fue marcado por un castillo de fuegos artificiales, disparado por Pirotecnia Peñarroja.
La alcaldesa Carrasco destacó la importancia de este acto, señalando, «la procesión marítima simboliza la unión de un pueblo con sus tradiciones. Un Grau orgulloso que mira al futuro sin olvidar sus raíces y creencias más queridas».
Durante toda la semana, disfrutamos del lado más marinero de Castellón y revivimos, a través de unas fiestas con más de 150 actos, esa herencia que pasa de padres a hijos. Unas fiestas que también son un atractivo turístico y un revulsivo económico para nuestra ciudad.
Añadió Carrasco.
Finalmente, la alcaldesa subrayó que «la procesión marítima en honor a Sant Pere es también un homenaje a todas aquellas familias que viven del mar y trabajan en el sector tradicional de la pesca. Una actividad llena de incertidumbre, pero que nos proporciona verdaderos tesoros gastronómicos del Mar Mediterráneo, como los pescados y mariscos que nuestra lonja distribuye a mercados, restaurantes y hogares de Castellón». Concluyó.