La retirada de la ZAS dejaría el consumo en la vía pública.
La Junta de Gobierno del Consistorio de Castelló va a abordar este jueves y expondrá al público, la propuesta de cese de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las tascas, al comprobar con las mediciones efectuadas en el espacio unos resultados acústicos bajo el máximo tolerado por la legislación.
Sin embargo, el Consistorio mantendrá un programa de medidas correctoras para eludir que se repitan las condiciones que determinaron la aprobación de la ZAS en dos mil diez. Así, el consumo en el exterior va a estar limitado hasta las veintidós horas y se instalará un semáforo acústico que servirá de indicador con el objeto de mentalizar e instruir a la ciudadanía.
Tras doce años encaramos la recta final de la ZAS de las tascas, mas seguirá un hoja de ruta a fin de que no se reproduzcan los motivos que comportaron la ZAS. La meta es poder conciliar la idiosincrasia de las tascas con el derecho al reposo y evitar que se reproduzca un enfrentamiento que se viene arrastrando desde hace más de una década.
Así lo ha afirmado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro.
Los resultados de las mediciones en la Zona Acústicamente Saturada de las tascas nos dejan plantear el cese de exactamente la misma, sosteniendo unas medidas que contribuyen a conciliar el ocio con el reposo del vecindario.
Ha explicado por su parte, el concejal de Urbanismo, José Luis López. Conforme ha añadido, tras más de una década con las limitaciones propias de la ZAS, se ha logrado entre todos,
Dar un paso más allá y avanzar para eliminar limitaciones en una de las zonas de ocio más singulares y simbólicas de Castelló.
La Junta de Gobierno local va a tomar en consideración la aprobación de exposición al público de la retirada de la ZAS de las tascas, una medida que por vez primera se aplicó en el mes de octubre de dos mil diez en las calles Isaac Peral, Barracas y la plaza Santa Clara. Esta resolución se emprende en razón de los resultados ofrecidos por el servicio de monitorización efectuado el año pasado, que muestra que la zona ya no supera los veinte decibelios de más en el exterior que marca la legislación.
AUDIENCIA A VECINOS O ENTIDADES
La propuesta de cese va a estar expuesta al público a lo largo de un mes. En este tiempo asimismo va a haber audiencia a asociaciones vecinales o entidades que lo consideren. Sin la ZAS, se va a poder regresar a consumir en el exterior de las tascas y no solo en el ambiente de veladores o terrazas.
Sin embargo, se incorpora un programa de actuación a fin de impedir que se reproduzcan las circunstancias que comportaron la ZAS. Así, el consumo de bebida y comida en el espacio público y en terrazas y veladores va a estar tolerado hasta las veintidós horas, seguirá la suspensión de nuevas licencias de actividades que impliquen la venta de comestibles y bebida, mientras que los servicios de limpieza actuarán desde las veintidós y treinta horas.
Además, se efectuarán campañas de concienciación para sensibilizar sobre el impacto negativo que provoca la polución acústica, y se instalará un semáforo acústico que servirá de indicador de la situación con el objeto de mentalizar a la ciudadanía.